Cree medios pueden ayudar a combatir la corrupción

Cree medios pueden ayudar a combatir la corrupción

MÉRIDA (México) (EFE).- Sin la participación de la sociedad civil y de los medios de comunicación será imposible abatir la corrupción en el mundo, coincidieron ayer líderes de organizaciones no gubernamentales, periodistas y fiscales.

El fiscal anticorrupción español Carlos Castresana advirtió que «si los poderes públicos no están sometidos a la presión de la sociedad civil, tenderán a ceder a los intereses de quienes financian sus campañas».

Castresana participó en un panel sobre «El papel de los medios y la sociedad civil en la promoción de una cultura contra la corrupción».

El foro forma parte de las actividades de la conferencia que organizó la ONU para firmar la primera Convención mundial anticorrupción en la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán (Golfo de México).

«Los ciudadanos tienen una doble condición que les permite incidir en la realidad de la corrupción: por un lado son electores y con su voto deciden quien permanece en el poder, y por otro son consumidores y también deciden cuándo un producto no merece ser consumido», comentó.

Destacó que el papel de los medios en cuanto a dar a conocer actos de corrupción y ofrecer condena moral es «fundamental y clave» en un Estado de Derecho.

Además, insistió en que los medios de comunicación deben ser libres y transparentes, sobre todo respecto de su propiedad accionarial y de sus cuentas de publicidad.

En ese sentido, dijo que se debería legislar para que, sobre todo la televisión, no pudiese ser propiedad de una sola persona o grupo económico, como ha sucedido en Europa, y mencionó como ejemplo al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, quien es dueño de Canale 5, Italia Uno y Retequatro.

«Las acciones deben estar repartidas, porque es la única garantía de pluralismo», afirmó.

El presidente y fundador de Transparencia Internacional, Peter Eigen, hizo hincapié en el papel de las organizaciones no gubernamentales (ONG).

Destacó que la creación de redes internacionales de colaboración entre estos grupos ha permitido crear el «ambiente propicio en el sector privado para luchar contra la corrupción».

No obstante, reconoció que las ONG «no son la solución a este problema» y denunció que «hay muchas que no son transparentes, que no tienen rendimiento de cuentas y no se sabe en qué se basan para reclamar legitimidad».

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