El experto tributario Felipe Hernández Paulús consideró que modificación del impuesto a las bebidas al alcohólicas choca con el objetivo del impuesto selectivo al consumo y se revierte contra el objetivo del sistema tributario de aumentar los ingresos fiscales.

Hernández Paulús dijo que el objetivo del selectivo al consumo es gravar los bienes suntuarios o de lujo, por lo cual no se justifique con la modificación introducida al selectivo un vino hecho en Neyba o Puerto Plata pague lo mismo que un vino de reservas o chateaux, ya que el lujo debe pagarse.

Explicó que tan poco es justo que un whisky regular pague igual o más que uno premium.

Además, señaló que el cambio introducido al impuesto para que en vez de gravar el valor del producto grave un aspecto específico, como es el contenido de alcohol, afecta negativamente las recaudaciones fiscales.

Afirmó que esto es contrario a los avances que se han producido en los sistemas tributarios, que han dejado atrás a los impuestos específicos.

Explicó que la base advalorem es un mecanismo de actualización automática en la determinación de los impuestos, y que le da flexibilidad al sistema tributario.

Explicó que en la medida en que crecen los valores, crece la tributación, contrario a lo que ocurre con los impuestos que se aplican a una base específica, no al valor.

Consideró que cuando los impuestos que se aplican al valor son modificados para que se apliquen a un contenido específico, es porque hay una visión «interesada, particularizada y sin una orientación de generalización del tributo».

Consideró que «el concepto de la norma jurídica o de la ley basada en la generalización y expresada en el fundamento para todos los hombres, queda suplantada en esa determinación».

Además, consideró que el fisco queda perjudicado y que «en vez de más justicia fiscal, caemos en una situación injusta y de carácter particular».

Planteó que esta manea de modificar la ley «no alcanza a todos por igual, sino por excepción».

Consideró que se debe tener cuidado para que en períodos de transición como el actual, no se provoque, con disposiciones que quieren enmendar el sistema tributario, un perjuicio mayor «porque aportan un elemento de desequilibrio».

Paulús explicó que cuando las modificaciones a los impuestos tienen un peso perjudicial o beneficioso para algún sector, «dejan de cumplir con la función de justicia y generalidad».

De aplicarse el impuesto selectivo tal como fue establecido en la Ley aprobada recientemente por el Congreso, los vinos nacionales pagaría un selectivo mayor al que pagan los vinos importados, sin importar si son vinos de reservas o chateaux.

Igualmente, whiskies corrientes como el MacAlbert pagarían igual que un wshisky premium.