Cree no basta reprimir

Cree no basta reprimir

POR GERMAN MARTE
Casa Abierta, una de las instituciones que por décadas ha trabajado en la prevención del consumo de drogas, advirtió ayer que para reducir el narcotráfico en el país no basta la represión, sino que se precisa definir y aplicar estrategias de reducción de la demanda.

Radhamés de la Rosa, director de Casa Abierta, indicó que los recientes decomisos de grandes cantidades de drogas, las declaraciones del Presidente de la República, del embajador de Estados Unidos y de otras personalidades  han situado nuevamente el tema de las drogas en la agenda de la prensa.

Sostuvo, empero, que aunque Casa Abierta comparte esas  preocupaciones respecto al grave problema que significa para el país el fenómeno de las drogas, “nos preocupa mucho más cuando vemos en  las respuestas más de lo mismo”.

Entre lo más de lo mismo, Casa Abierta cita las declaraciones de alarmas, vinculación ineludible entre las drogas y la delincuencia, anuncios de fortalecimiento de acciones de control, equipamiento y entrenamiento policial, “pero nada acerca de las estrategias de reducción de la demanda o prevención”.

Subrayó que la política dominicana para enfrentar el fenómeno de las drogas descansa fundamentalmente en la labor de la  Dirección de Control de drogas, DNCD, “como si esta entidad pudiera con medidas represivas, resolver un problema profundamente humano”.

De la Rosa indicó que el país tiene, además, al Consejo Nacional de  Drogas, que es por ley el asesor en materia de drogas del  Presidente de la República, pero que su presidente sólo propone hacer el antidoping a todo el mundo, “como si el simple hecho de detectar usuarios fuera preventivo”. 

Señala que el país tiene otro asesor en materia de drogas, con rango de Secretario de Estado (Marino Vinicio Castillo), de quien añade que sólo habla de drogas y delincuencia, narcotráfico y  política, puente o  peaje, crimen, delito, medidas policiales, “y la profunda pena que le causan los adictos, todas las claves del clásico discurso ético-jurídico de los años 50”.   

Manifestó que el presidente Leonel Fernández, pese a sus reconocidas luces intelectuales, repite el discurso conservador en cualquier foro, sin darse cuenta de que no expresa un pensamiento avanzado, acorde con lo que recomiendan los organismos especializados,  de las organizaciones, de Estados Americanos, de Naciones Unidas y  la Unión Europea.

Explicó que los organismos internacionales proponen priorizar la prevención inserta en  planes a largo plazo, por encima de la represión.

“Esta reiteración de muchos años es una evidencia de que seguimos reproduciendo esquemas inadecuados en el tratamiento del problema de las drogas. No entienden, o no pueden  entender las autoridades dominicanas, que las drogas son  un tema social complejo, que demanda de análisis e intervenciones mucho más amplia que las medidas represivas”, sostuvo el director de Casa Abierta.

Observó que mientras en otros lugares se sugiere dar un nuevo enfoque al debate de las drogas, en el país ni siquiera se debate el tema.

La sociedad está muy mal, dijo, pero las autoridades sólo piensan en recurrir a un discurso que reitera claves anticuadas que se han convertido en un círculo vicioso que no conduce a ningún lugar.

 Consideró que la sociedad dominicana necesita una nueva visión del problema de las drogas (legales e ilegales), si quiere mostrar resultados a largo plazo.

Se necesita, recalcó, que sus autoridades piensen y actúen  de manera diferente y que, de lo contrario, las drogas continuarán llenando el vacío que lleva cada vez a más personas  a  consumirlas.

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