POR GERMAN MARTE
Por la manera tradicional en que se ejecutan, los programas sociales del gobierno no generan conciencia ciudadana, ni contribuyen a reducir la pobreza estructural que predomina en el país, afirmó ayer el filósofo Pablo Mella.

Mella, director del Instituto filosófico Pedro Francisco Bonó, del Centro Bonó, aseguró que al margen de la intención de las autoridades, los programas de asistencia social que ejecuta el gobierno a través del Programa Solidaridad no rompen con el clientelismo tradicional, básicamente sigue generando un tipo de cultura clientelista.

Al participar en el Análisis de Coyuntura organizado por el Centro de Estudios Sociales Padre Juan Montalvo y el Centro Bonó, Mella consideró preocupante que los programas sociales que ejecuta el gobierno y que están auspiciados por organismos como el Banco Mundial no cuestionen la manera en que se organiza la economía en sentido general.

Y en medio de ese esquema sigue existiendo un empresariado voraz y desentendido de la realidad cultural y el reconocimiento de los sectores populares como miembros de un espacio ciudadano, acotó el educador.

Indicó que cuando la política social no ayuda a romper el esquema de exclusión social se genera pobreza estructural.

No obstante, resaltó Mella, el gobierno está montado sobre un concepto de pobreza que se llama línea de pobreza, que es el concepto más pobre, desde el punto de vista analítico.

Adujo que si el gobierno actúa sobre la base a ese concepto y ese esquema al que están condicionados los préstamos internacionales- el resultado es una retroalimentación de la cultura de pobreza.

AUMENTARA POBREZA ESTRUCTURAL

Si el gobierno persiste en el tipo de política social que aplica, al final del período tendrá un aumento de la pobreza estructural, de acuerdo con Mella.

Lo que uno intuye es que va a aumentar (la pobreza estructural), porque aunque las personas tengan más ingresos, se van a sentir más rechazadas y menos ciudadanas en el contexto de la cultura política dominicana, indicó el filósofo.

Observó que de acuerdo con el concepto que utiliza el gobierno, la cantidad de personas que están por debajo de la línea de pobreza, se ha ido reduciendo, lo que significa que la situación está mejorando, pues según los datos oficiales el país se están recuperando, pero nosotros decimos es que eso no es suficiente.

Según los estudios del Banco Mundial y el Banco Interamericano para el Desarrollo (BID) la mejoría en la economía dominicana no se traduce suficientemente, inclusive dentro de los esquemas de la línea de pobreza.

Empero, explicó que el análisis que hace el Centro Bonó y el Juan Montalvo no se reduce a ver la pobreza en función de los ingresos, sino que incluye la noción de pobreza multidimensional (que ya antes ha sido tratada por el Banco Mundial), nosotros retomamos la noción de pobreza multidimensional, pero además le hacemos un análisis socio-político y creamos esta noción de pobreza estructural, que quiere también atacar las prácticas sociales que producen exclusión social y que llevan a que la gente se experimente pobre aunque tenga más dinero en el bolsillo.

Mella manifestó que el modelo neoliberal apuesta por la libertad de mercado y una reducción de las protecciones sociales de las personas a través del sistema de la Seguridad Social, lo cual explica por qué está bloqueado en el Seguro Familiar de Salud.

El filósofo criticó las deficiencias en el sector educativo y consideró que esta área requiere el apoyo de toda la sociedad.

BAJA INVERSION EN EDUCACION

El gobierno dominicano viola la Ley de Educación, la cual establece que el presupuesto de educación debe ser igual al 4% del Producto Interno Bruto, y propuso apenas 2.2%.

Pero el problema de la educación no es sólo la baja inversión, sino la calidad de la inversión.

Asimismo, consideró fundamental dignificar la carrera del profesor, pagar bien, y que la gente que sean profesores sean de los profesionales más cotizados, porque están colaborando para ayudar a que las personas sean más personas.

Se trata no sólo de aumentar el gasto social en Educación, sino plantearse un sistema educativo que apueste por otro esquema de sociedad.