Cree presión tributaria subiría enfrentando evasión y elusión

Cree presión tributaria subiría enfrentando evasión y elusión

Para revertir la caída en la presión tributaria se debe combatir la evasión, la elusión y la omisión, así como hacer una reforma tributaria que priorice en los impuestos a la propiedad, la plusvalía y en tasas progresivas del impuesto sobre la renta.
Así lo expresó el economista Luis Vargas al participar en el Encuentro Económico de HOY, en el que analizó los principales retos económicos que debe encarar la próxima administración del presidente Danilo Medina.
Resaltó que el país ha sufrido una caída de la presión tributaria de 15.91% en el 2007 a 13,91% en el 2015, debido a la evasión, elusión y omisión fiscal.
Expresó que conforme a un estudio que él realizó, la evasión fiscal del país representa más del 7% del producto interno bruto (PIB).
Criticó que el país cuente con una serie de facilidades y de no penalización de los evasores.
Manifestó que existe un serio problema en la elusión fiscal en la República Dominicana. Indicó que existen sectores que cometen omisión fiscal.
Indicó que en el país se construyen tremendas autopistas y avenidas, donde se da valor a la propiedad por dos o treinta veces, pero el Estado no recibe un solo centavo luego de hacer enormes inversiones.
Se mostró opuesto a la amnistía fiscal que practican los gobiernos, porque los contribuyentes deben pagar.
Consideró que la tasa única es una discriminación, porque una reforma fiscal no solo involucrar cuestiones del fisco, sino también que tiene que resolver el problema de la pobreza, que es uno de los principales objetivos planteados por la Presidencia de la República.
Entiende que no se puede continuar indefinidamente con los programas sociales mediante los desembolsos de fondos a familias y potenciales trabajadores, pues se crearía un tremendo hoyo fiscal, como ocurrió en Brasil.
Consideró que la pobreza no se resuelve con transferencias de fondos. Cree que se necesita orientar programas, pero tienen que ser sobre la base de que deben tener un límite de tiempo, porque de esa manera se está repartiendo la pobreza.
Sin embargo, dijo que eso no quiere decir que haya grupos de indigentes que necesiten asumirlo, pero no es de gran peso.

Por otro lado, Vargas sostuvo que el país necesita no una reforma del Código de Trabajo, sino del mercado de trabajo.
Explicó que la mayor parte de la fuerza laboral es por cuenta propia.
Cree que el país nunca ha sido capaz de cumplir con la promesa de permitir el mantenimiento del trabajador y su familia a través del salario.

Consideró que en el país existe un proceso de desalarización al no pagar un sueldo justo.
Expresó que solo el 2% de los cesantes llega a los tribunales. Favoreció que la cesantía se cambie por un seguro por desempleo para los trabajadores asalariados.
Vargas dijo que más de la mitad de los que son expulsados de los centros de trabajo no hacen ningún reclamo.

Señaló que se debe pensar en la seguridad social para los trabajadores que no están dentro de las empresas. Señaló que una minoría de asalariados cae dentro del Código de Trabajo.
Las grandes empresas dominicanas, a su juicio, son pequeñas y medianas empresas en otras países del mundo.
Entiende que en la subcontración reina la ley de la jungla, lo cual ocurre en las empresas formales, las instituciones y las universidades, las cuales hablan de justicia y equidad. Precisó que los trabajadores subcontratados ganan menos que el sueldo mínimo.
Planteó que en el país ya se hizo una reforma al mercado de trabajo con la flexibización de las tarifas salariales.
Expresó que quienes tienen las mayores tasas de desempleo son los que han obtenido grados universitarios. Puso como ejemplo que de tres, uno tiene empleo y otro no pudo emplearse en lo que estudió en el extranjero.
Si el gobierno no hiciera la transferencia de recursos para cubrir el déficit del Banco Central y del sector eléctrico, el Estado no tendría problema fiscal, dijo.

Planteó que el país tiene que prepararse para lo peor, debido a la situación de Puerto Rico, Venezuela y Haití, mientras las opciones presidenciales en Estados Unidos no son nada halagüeñas para la República Dominicana.

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