El responsable de la investigación de los restos de Cristóbal Colón, Enrique Villanueva, anunció ayer en Almería (sur) “que probablemente los restos de Colón estén en los dos sitios”, refiriéndose a los depositados en Sevilla (España) y en Santo Domingo (República Dominicana).

En conferencia de prensa explicó que “es la hipótesis más probable”, pero declaró que “no desvelaremos nada de la investigación hasta dentro de un año”.

Mientras tanto están, según dijo, a la espera del permiso para aplicar la técnica de ADN sobre los supuestos restos de la República Dominicana y consideró que “si hay esa colaboración” con la República Dominicana “podríamos confrontarlos con los que tenemos, ya que al parecer allí hay más restos que en Sevilla”.

Sobre esta cuestión, argumentó que “hay una autorización de Carlos V para que el almirante salga de Sevilla y sea inhumado en la República Dominicana, pero en el Archivo de Indias, que era bastante riguroso, no consta en ningún lugar el momento en el que esos restos eran embarcados a la República Dominicana”.

Sobre los supuestos restos de Colón depositados en la capital de Andalucía, desveló que “tenemos ADN y muy probablemente se pueda identificar, aunque hay poco material”, y aseguró que “averiguar si los restos de Sevilla son o no los de Colón probablemente sea fácil”.

Otra de las cuestiones relevantes de la investigación, según el también presidente de la Real Academia de Medicina de Andalucía Oriental y catedrático de Medicina Legal, es el relativo a si es o no hijo del príncipe de Viana y, en función de este dato, de origen español y no genovés, aunque no quiso pronunciarse sobre si hay avances al respecto.

Subrayó que el dato fidedigno y punto de referencia de las investigaciones es el hijo, Hernando, y acerca de la investigación con escáner láser en tres dimensiones apuntó que “no va a aportar nada, si hay una técnica que pueda decir algo es el ADN”.

Ante estos datos, el especialista se cuestionó “por qué Colón mantuvo tantas incógnitas sobre su procedencia y no se supo nunca ni dónde ni cuándo nació, ni quienes eran sus padres, hay quien dice que porque era judío, pero eso no era motivo para nada”. EFE

[b]“Gafas de la verdad”[/b]

Unas gafas que incorporan un mini detector de mentiras, recién lanzadas por una compañía de Estados Unidos, podrían convertirse en el futuro en pieza clave del personal de seguridad de aeropuertos y otros lugares con peligro.

Parece una broma, una herramienta de James Bond, el agente 007 o, peor todavía, una avanzadilla de un mundo todavía más orwelliano.

Sin embargo, estos estrambóticos lentes pronto podrían formar parte del atuendo habitual de los espías, la policía o los guardias de seguridad de los aeropuertos, a los que evitaría tener que adivinar si lo que el pasajero dice es cierto o no.

La tecnología que incorporan los anteojos, desarrollada en Israel y comercializada en EEUU por la empresa “V” (por “voz” y “veritas”, verdad en latín) consiste en un detector de mentiras que, por ejemplo, se activaría cada vez que el personal de seguridad preguntase al pasajero si entre sus planes está secuestrar el avión.

Las gafas mostrarían a continuación una lucecita verde, amarilla o roja para indicar el grado de veracidad de la respuesta.

[b]Dormir mejora el funcionamiento del cerebro[/b]

Dormir mejora el funcionamiento del cerebro y parece fomentar la creatividad, según un estudio científico que publica el último número de la revista británica “Nature”.

El estudio, a cargo de un grupo de investigadores alemanes, afirma que, “al reestructurar las nuevas representaciones de la memoria, el sueño facilita la extracción del conocimiento explícito y del comportamiento revelador”.

A esa conclusión ha llegado un equipo de expertos de la Universidad alemana de L~beck, dirigido por Jan Born, tras estudiar el comportamiento de 66 voluntarios, antes y después de dormir.

Después del sueño se demostró que los participantes eran dos veces más rápidos en lograr la solución a un problema cuando habían dormido, aunque los científicos alertaron de que la creatividad sólo mejora cuando existió previamente memoria antes del sueño. EFE