La Central Nacional de Transportistas Unificados (CNTU) aseguró que el uso de gas natural en los vehículos de transporte público no es una solución para ese sector, debido a los altos precios de los equipos de instalación y el nivel de deterioro de los vehículos.

El vocero de la entidad, Ramón Pérez Figuereo, dijo que la propuesta del Gobierno no es concreta ni contribuye a superar la crisis creada provocada por el aumento de los precios de los combustibles.

Reveló que en todo el planeta sólo un millón 500 vehículos usan gas natural, pero la mayoría de ellos no corresponden a los países productores de este combustible.

 “El gas natural es un sueño en el transporte liviano, aunque podría ser una solución para la industria y el transporte pesado”, sostuvo el dirigente sindical.

Explicó que el peso del equipo para gas natural supera las 100 libras, lo que es demasiado para los carros  “viejos” que trabajan en el transporte de pasajeros.

 “El gas natural como combustible no se puede aplicar a carros viejos, que aquí son la mayoría en el transporte de pasajeros”, expuso Pérez Figuereo.

También destacó que para instalar un equipo de gas a un carro público hay que invertir 30 mil pesos, pero cuando se trata de un autobús ese precio se eleva a 50 mil.

Sostuvo que los estudios realizados demuestran que el proceso de conversión de gasolina a gas natural los vehículos del transporte lleva un tiempo de más de dos años y medio.

 “Hay que pensar también en que sólo hay una fuente de importación de ese combustible, instalada en Boca Chica, lo que constituye un monopolio peligroso”, sostuvo el dirigente sindical.

Sin embargo, reconoció que el costo de instalación de una estación de expendio de gas natural cuesta casi 50 millones de pesos, esto es un millón 400 mil dólares.

Sostuvo que la solución más práctica para el problema es subsidiar el gasoil para los vehículos de transporte de mercancías y de pasajeros, así como el mantenimiento del subsidio al gas licuado de petróleo.