El experto eléctrico Antonio Almonte vaticinó ayer que el Gobierno, en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se propone aumentar la tarifa eléctrica a partir de enero próximo.
Recordó que el FMI siempre ha presionado al Gobierno para subir la tarifa eléctrica con el propósito de reducir el subsidio al sector.
El FMI y el Gobierno pretenden resolver un problema fiscal nacional originado principalmente en otros renglones y actividades de gasto desproporcionado del Gobierno, sacrificando a una población cautiva del servicio eléctrico y, de paso, distorsionando las reglas de formación de precios de ese mercado, sostuvo.
El FMI no toma en cuenta, dijo, que la crisis financiera del sector eléctrico se debe a dos causas: el alto costo de la energía generada por contratos con sobreprecio a favor de los generadores y a que las tres distribuidoras tienen pérdidas promedio de más del 40%.
Entiende que el aumento de la tarifa eléctrica no resuelve el problema estructural del sector, sino que podría agravarlo, debido a que un mayor número de consumidores optaría por hacer conexiones ilegales o robarse la energía.
Almonte dijo que el Gobierno ha desperdiciado un tiempo valioso para avanzar en la solución del problema eléctrico.
Sostuvo que no se ha visto qué hace con las pérdidas de distribución, que sobrepasan el 40 por ciento.
Cree que aunque se renegocien los contratos vigentes con los generadores, el kilovatio-hora de energía seguirá elevado, debido a que la mayoría de la energía es producida con combustibles caros.