POR JOEL SHERMAN
Del NY Post
TAMPA. – Alex Rodríguez ciertamente no es un idiota. Sin embargo, al hacerse el tonto el domingo, actuando como si no supiera todos los ataques de los Medias Rojas, Alex perdió su última buena oportunidad de neutralizar el asunto o incluso sacarle provecho.

Rodríguez necesitaba navegar la fina línea entre el calor y el tacto en su llegada, no como hizo, pretendido admitir al equipo de Boston que colectivamente parece estar dispuesto a destruir su reputación.

Tuvo que reconocer a sabiendas que la única regla que los desbocados Medias Rojas parecen tener en estos días es ponerse un uniforme y acabar con Alex. Y debió haber admitido que a nadie le gusta ser castigado públicamente y que su primer instinto era responder.

Pero aquí es donde la discreción era pertinente. A-Rod tuvo que conceder si a) jugar el juego de los Medias Rojas era poco profesional y b) provocar otra ronda de ataques de Boston.

En vez de eso, debió hacer dicho que lo profesionalmente correcto, responder en el terreno con su éxito personal y Yankee.

Si hubiera manejado esto más sinceramente, Rodríguez habría hecho lucir a los Medias Rojas como los payasos poco profesionales que son. En vez, Rodríguez nuevamente ofreció el tipo de comportamiento que ha llevado a la gente a retar su autenticidad.

Alex nunca ha sido tonto y pensar lo contrario no tiene sentido. Creer que él no lee los periódicos es más absurdo, tomando en consideración lo atento a la prensa ha estado toda su carrera y hasta tiene un empleado que se encarga de sus relaciones públicas.

VERSIÓN DIONISIO SOLDEVILA BREA