POR DIONISIO SOLDEVILA
La temporada del 2007 todavía no ha terminado, pero ya comenzamos a hablar de los posibles agentes libres para este invierno, el cual no será tan atareado como el del año pasado.

No se va a hablar de Alfonso Soriano, Barry Zito, Aramis Ramírez ni de ninguno de esos jugadores que acumularon cifras exorbitantes en lo que se llamó el nuevo despertar del mercado.

Para este año se habla de pocos nombres, pero hay uno que deberá retumbar aun cuando no necesariamente debe ser agente libre al finalizar la temporada del 2007.

Ese nombre es el de Alex Rodríguez, el tercera base de los Yanquis de Nueva York, quien tiene una cláusula de escape en su contrato que le permitiría ser agente libre 10 días después que finalice la Serie Mundial y no en tres años como estipula el acuerdo que firmó originalmente por 10 campañas y US$252 millones con los Rangers de Texas.

Los Yanquis han comenzado a llorar y decir que no irían tras los servicios de Alex en caso de que decida ser agente libre.

Mi respuesta ante eso: Problema de los Yanquis.

Alex debe convertirse en agente libre y reclamar los más de US$30 millones que deberá de recibir en el mercado abierto en caso de que decida optar por esa posibilidad junto a su agente Scott Boras.

Alex debe optar por la agencia libre por una razón muy simple: porque puede y porque está en la cima de su juego.

Rodríguez está teniendo la mejor temporada del NEGOCIO y pongo esa palabra en mayúscula porque eso precisamente es el béisbol, un negocio.

Los dueños de equipo no dudarían ni un segundo para enviar a Alex o cualquier otro pelotero a su casa si no estuviera respondiendo y ellos tuvieran la opción de disolver sus  contratos.

Para los apasionados que todavía creen en el amor por el juego y mil cuentos más, miren el caso de Sammy Sosa, quien está siendo dejado en la banca simple y llanamente porque la gerencia de Texas no quiere que cobre el último bono de US$200,000 que puede activarse con 50 apariciones más al plato.

O si no, tomen el tiempo de considerar lo que hizo el equipo de Houston con el jugador que, sin quizás, mejor representa el nombre histórico de la franquicia: Jeff Bagwell.

Rodríguez debe disfrutar su temporada, volverse agente libre y al finalizar canjear el jugoso cheque que le darán para conseguir sus servicios.