Creen crisis mantendrá eclipse de nexos Latinoamérica  y próximo gobierno EU

Creen crisis mantendrá eclipse de nexos Latinoamérica  y próximo gobierno EU

WASHINGTON. AFP. La incertidumbre económica y los problemas internos y externos seguirán afectando la relación del próximo gobierno estadounidense con América Latina, según analistas de ese país, que abogaron ayer por resolver esos problemas antes de dar consejos a la región.

«Tenemos que reducir las expectativas ante los actuales problemas políticos internos», consideró Julia Sweig, del Consejo para Relaciones Exteriores, uno de los invitados a un debate en la sede del Congreso estadounidense sobre el futuro de las relaciones con América Latina.

Tras los ocho años de gobierno del republicano George W. Bush, «todo el mundo está de acuerdo en que las relaciones se han deteriorado», sintetizó Peter DeShazo, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Durante esa «cuasi-década pérdida», con la atención de Estados Unidos absorbida en frentes bélicos y la lucha contra el terrorismo, América Latina aprendió a transitar por sus propios caminos democráticos, con un viraje a la izquierda sin precedentes, recordó este analista y ex embajador.

«América Latina no necesita lecciones sobre América Latina», añadió. Pero a pesar de ello, «hay un montón de temas que hay que enfrentar en la región en cuanto a reformas se refiere», añadió.

El papel de Estados Unidos debe ser el de apoyar «estrictamente a la sociedad civil», sugirió.

Por el momento, «poner orden en nuestra economía es terriblemente importante para América Latina», pidió por su parte Peter Hakim, de InterAmerican Dialogue.

«A menos que lleguemos con dinero, deberíamos olvidarnos de hablar de la agenda social», añadió.

Hay que acabar «con la excepcionalidad estadounidense, incrementar el multilateralismo», pidió Joy Olson de la Oficina en Washington para América Latina. 

Olson sugirió un cambio radical de políticas hacia la región.

Cambio radical de políticas

Olson sugirió un cambio radical de políticas, incluido un gran replanteamiento respecto a Cuba, acabar con el programa antidrogas en Colombia y dar la bienvenida a experimentos regionales como el Unasur fomentado por el líder venezolano, Hugo Chávez. Sin embargo, acabar con el embargo a Cuba «representaría un terremoto (político) en Florida», donde se concentra la inmensa mayoría del exilio cubano, advirtió Julia Sweig. Ese tipo de restricciones internas van a seguir marcando la política estadounidense, incluso en el caso de una gran victoria demócrata en las presidenciales del próximo 4 de noviembre, coincidieron los expertos. 

El próximo presidente «debería rebajar las expectativas que surjan inútilmente», mientras el propio horizonte interno de Estados Unidos no se despeje, sugirió DeShazo.  La mundialización dejó de ser una panacea, tanto para la población estadounidense como para la latinoamericana, consideró Hakim. «Existe una gran decepción respecto a Estados Unidos». En la próxima Cumbre de las Américas el nuevo inquilino de la Casa Blanca deberá «escuchar» simplemente, sugirió Hakim.

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