Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile y excónsul haitiano, consideró que la juramentación del Consejo Presidencial Transitorio en Haití (CPT) es un paso histórico que da lugar a una experiencia sin precedente en la que nueve personalidades de partidos y sectores diversos han tomado la responsabilidad de dirigir al país bajo un nuevo esquema.

Consideró que este hecho manda una señal clara hacia los grupos ilegalmente armados y políticos corruptos ligados al narcotráfico que amenazaban con tomar el control de estos centros de poder, sobre el inicio de un proceso de restablecimiento de la autoridad del Estado.

“Dichos grupos y sus auspiciadores deben pagar ante la justicia por sus múltiples crímenes”, opinó.

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En cuanto al CPT, consideró que en lo inmediato se debe escoger entre ellos un líder y luego designar un primer ministro con un perfil ya definido quien de forma coordinada conformaría el nuevo gabinete.

Recordó que la idea de su la creación provocó muchos debates en Haití, por dos razones fundamentales: por un lado, el número de los integrantes que para muchos pudiera representar una carga para el Estado, vinculado a las dificultades que pudieran darse para las tomas de decisiones; y por otro lado, la imposición a sus miembros de aceptar la presencia de tropas internacionales juzgada por muchos innecesaria si se apoya a la Policía junto al Ejército.

Según Paraison, se espera que el CTP se dirija a la nación para presentar su plan de acción y, como lo hacen los presidentes mexicano y dominicano, semanalmente tengan una comunicación fluida para ganar la confianza de la población y fortalecer su liderazgo.

Mientras, Iván Gatón, experto en política internacional, consideró loable que por primera vez toda la oposición haitiana se pone de acuerdo para crear un espacio que pueda “dar luz para ese túnel tan oscuro que se había convertido Haití”. Valoró que todos los sectores políticos y sociedad civil lograran el consenso que no existía para tratar de darle cierta estabilidad a Haití, donde las pandillas controlan mayoría del territorio de Puerto Príncipe.

“Esto es una buena señal porque estamos teniendo elementos que van más allá de esos grupos criminales”, puntualizó.

Gatón lamentó que hayan aumentado la inestabilidad y criminalidad, lo cual debe ser vergonzoso para la comunidad internacional.