CARACAS (EFE).- Estados Unidos estaría preparando una campaña de desprestigio contra Venezuela que giraría en torno a su presunta dejadez en la lucha contra el tráfico de drogas, advirtió ayer el vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel.

«Creo que está comenzando una campaña por parte de autoridades norteamericanas para golpear a Venezuela en el blanco de la lucha contra el narcotráfico, y a esa campaña corresponde la declaración del embajador (William) Brownfield», dijo Rangel.

El representante diplomático estadounidense en Caracas declaró la semana pasada que «había bajado la efectividad» de Venezuela en el combate contra el tráfico de narcóticos.

Rangel señaló que sus sospechas sobre la campaña se deben a que, según las estadísticas, «las capturas de droga en el primer semestre han duplicado las registradas en igual periodo del año pasado».

«Esto revela que hay un trabajo eficiente por parte de las autoridades venezolanas», añadió el vicepresidente, quien descartó que lo dicho por Brownfield sea producto de una «mala información».

«Generalmente, los embajadores norteamericanos tienen buena información de los países en los cuales están presentes», comentó el alto funcionario venezolano.

Rangel consideró, por otra parte, que lo dicho por el diplomático es una «nueva injerencia» en los asuntos internos venezolanos y atribuyó sus opiniones a la presunta gestación de la campaña contra el Gobierno del presidente Hugo Chávez.

«Una vez más, un embajador de EEUU se involucra en los asuntos internos de Venezuela, o por ignorancia, por desconocimiento o con un propósito avieso», señaló Rangel,

El vicepresidente también apuntó la posibilidad de que la actitud de Brownfield sea una reacción a unas medidas tomadas recientemente por Venezuela para evitar que los agentes del Departamento Antidrogas de EEUU (DEA) se atribuyan prerrogativas que están más allá de lo que permiten las leyes del país.

«Por acuerdos con EEUU, hay doce casas de la DEA operando en territorio nacional, la mayor parte en Caracas, pero hemos tomado medidas para que los agentes no sigan violando las leyes venezolanas, porque queremos ejercer una política soberana también en la lucha contra el narcotráfico», explicó Rangel.