POR MARIO MENDEZ
Si el gobierno quiere que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se negocie antes de finalizar el presente año tendrá que apurar el paso con la adopción de medidas que adelanten ese proceso, se advirtió ayer en círculos económicos. Se recordó que las negociaciones del primer acuerdo con el FMI, firmado en el 2003, se iniciaron formalmente en junio de ese año, pero ya habían sido adelantadas antes de esa fecha en la parte técnica, y terminaron en agosto.

Se explicó que la firma del primer acuerdo se tomó todo ese tiempo a pesar de que la situación financiera no tenía la dimensión de la actual y de que las partes fueron muy diligentes para que las negociaciones duraran el menor tiempo posible.

«Ahora hay más obstáculos para llegar a un acuerdo con el FMI que los que había al momento del primer acuerdo firmado en agosto del 2003», se explicó.

Se indicó que ya está finalizando septiembre, y todavía no hay fecha establecida para la llegada de la misión que iniciará las negociaciones para un nuevo acuerdo.

Según lo informado, los funcionarios del FMI que llevan el caso dominicano han establecido claramente que vendrán al país cuando estén dadas las condiciones para iniciar en firme las negociaciones, no sólo al nivel técnico, sino también político.

Esto se requiere que esté aprobada la reforma tributaria pendiente en el Congreso Nacional y que el gobierno tenga lista las medidas complementarias que deberán ser adoptadas para hacer sostenible financieramente el programa con el FMI.

En círculos económicos del país no sólo hay la percepción de que en las nuevas negociaciones se replanteará todo el paquete financiero, sino que también el FMI exigirá cosas nuevas.

Particularmente, se indicó que se harán exigencias con relación a la forma como se ha abordado la causa de la crisis, que tuvo su origen predominantemente en la quiebra bancaria.

De acuerdo a lo informado, los organismos internacionales están dado seguimiento a este tema y no están dispuestos a aprobar recursos financieros para la República Dominicana hasta tanto no perciban que el país está tomando medidas, tanto a nivel público como privado, para que no se repitan crisis de ese tipo.

«En vez de retroceso en este aspecto, lo que quiere ver la comunidad financiera internacional es que el país avance en la corrección de las causas generadoras de este tipo de crisis», expresó un técnico consultado.

Por otro lado, aunque el hecho de que esté pendiente la firma con el FMI no necesariamente provocaría que se caiga el acuerdo de la reestructuración de la deuda con el Club de París, en círculos económicos se entiende que el país no ha avanzado lo suficiente para cumplir con las exigencias de los acreedores bilaterales.

Se planteó que «es hora de que haya estrategia definida sobre qué se va a hacer con la deuda privada: si el gobierno va a buscar un financiamiento privado que cumpla con los requisitos del Club de País, o si va a reestructurar la deuda con el sector privado».

Se explicó que en el reporte de junio el Club de París se limitó a escuchar, pero que en octubre, cuando el gobierno deberá presentar una solución al problema, el Club de París va a juzgar si lo que ha hecho el país es suficiente.

Se explicó que hay una cláusula retroactiva en el Club de París, que podría dar lugar a que, si el informe de la República Dominicana no es satisfactorio, se pare el acuerdo.

Ayer se informó que funcionarios del más alto nivel del gobierno están en el exterior para escuchar propuestas de firmas internacionales sobre cómo enfrentar el problema de la deuda privada, en base a las exigencias del Club de París.