Hoy 
NACIONES UNIDAS (EFE).- Los graves problemas de seguridad que atraviesa Haití, y que amenazan su estabilidad tras las elecciones del próximo mes de noviembre, le erigen en candidato idóneo para el debut de la nueva Comisión de Consolidación de la Paz.
Así lo aseguró ayer el jefe de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH), el chileno Juan Gabriel Valdés, tras mantener una reunión ministerial en Naciones Unidas con los representantes de los países que aportan tropas, entre ellos varios latinoamericanos y España.
La Comisión de Consolidación de la Paz es uno de los nuevos organismos que se creará en la ONU en virtud de la reforma aprobada ayer en la clausura de la Cumbre Mundial 2005, y que debería empezar a funcionar, a mas tardar, el 31 de diciembre de este año.
El objetivo de este nuevo órgano es cubrir una de las carencias detectadas en la ONU, como es ayudar a la recuperación, reintegración y reconstrucción de los países que salen de un conflicto, así como a establecer las bases para que disfruten de un desarrollo sostenido.
«En Haití hemos comprendido que la paz no sólo puede mantenerse con armas. Debemos contar con nuevas herramientas que nos permitan crear unas nuevas condiciones de vida para la población», dijo a la prensa Valdés.
El diplomático chileno aseguró que se siente «feliz» por el hecho de que la labor de la ONU en el país caribeño, centrada ahora en la labor de estabilización, pueda reforzarse con la nueva Comisión.
Algunos de los países que aportan tropas ya se han manifestado públicamente al respecto, como Brasil y España, a través de sus ministros de Exteriores, Celso Amorín y Miguel Angel Moratinos, respectivamente.
Igualmente, el subsecretario de operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU, Jean-Marie Guehenno, destacó que la nueva Comisión de Consolidación de la Paz es una «oportunidad para que la ONU afronte, con una visión más amplia, la reconstrucción de los países tras un conflicto».
En la reunión ministerial celebrada hoy, los países mostraron a la ONU su intención de prolongar la presencia de sus tropas más allá de la celebración de las elecciones de final de año, siempre que así lo apruebe el Consejo de Seguridad.
El actual Gobierno provisional de Haití ha convocado elecciones legislativas y presidenciales para el próximo 20 de noviembre, y locales para el 3 de diciembre.
Valdés se mostró muy satisfecho por el resultado de la reunión celebrada hoy, especialmente por el apoyo que han dado los países para seguir ayudando al Gobierno, con presencia de soldados y agentes de policía, en la labores de estabilización del país caribeño.
No obstante, les alentó a cumplir sus compromisos financieros, dado que en julio pasado habían prometido la aportación de 1.200 millones de dólares, y de esta cifra sólo se han hecho efectivos 450 millones.
La ausencia de este dinero impide no sólo la ejecución de importantes obras de infraestructuras necesarias para el desarrollo del país, sino también la programación de nuevas inversiones.
«Lo importante no es sólo la cantidad que prometen los países, sino la velocidad con la que la desembolsan, porque si se demoran, ello puede tener un grave efecto político y económico en el país», dijo el diplomático chileno.
Igualmente, alertó Valdés, todavía falta por desembolsar la mayor parte de los 60 millones de dólares que se necesitan para la preparación y celebración de las próximas elecciones en Haití.
A preguntas de la prensa, Juan Gabriel Valdés negó que, en el proceso de preparación de las elecciones, la misión de la ONU haya mantenido contactos con los defensores del anterior presidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, hoy en el exilio. «Hemos mantenido contactos con todos los que han pedido hablar con nosotros dentro del país. Pero no ha habido contactos con Aristide», apuntó.
