La Peste Porcina Africana (PPA) está presente en el país desde hace unos dos meses y las autoridades habían permanecido calladas, informaron ayer a este diario fuentes de entero crédito.
Explicaron que la enfermedad que hasta ahora solo afecta a los animales, habría entrado al país por uno de los pueblos fronterizos con Haití, en donde al parecer, hay poca vigilancia de las plagas y enfermedades.
Aquí las autoridades se han descuidado con la vigilancia en los puertos y aeropuertos, en donde hay de servicio técnicos preparados para esas labores.
Esos oficiales carecen de los instrumentos necesarios para cumplir a cabalidad con sus responsabilidades en los puertos y aeropuertos nacionales, según las fuentes de este diario.
Indicaron que las autoridades decidieron callar desde el momento en que se detectó el primer caso de PPA que pensaban se trataba de neumonía.
Ante la insistencia de los pequeños y medianos porcicultores de Montecristi por la muerte en aumento de sus cerdos, la Dirección General de Ganadería y Sanidad Animal continuaron tomando muestras que decidieron enviar al Laboratorio Veterinario Central y luego a Animal Plum Island, de Estados Unidos, en donde se le comunicó a las autoridades de la presencia de la Fiebre Porcina Africana en la República Dominicana.
Las autoridades informaron la semana pasada que los resultados de las 389 muestras de cerdos criados en granjas y en traspatio enviadas a ese laboratorio de de EU confirman la presencia de la Fiebre Porcina Africana en una reducida población de cerdos de crianza de traspatio de las provincias Sánchez Ramírez y Montecristi.
Sin embargo, este lunes el ministro de Agricultura, Limber Cruz, declaró en rueda de prensa que la PPA está presente en once provincias del país.
No obstante, las fuentes dijeron que sospechan que la enfermedad de los cerdos está en todo el país y no se quiere alarmar a la población con ese problema que afecta a una gran cantidad de familias pobres, principalmente de la zona rural.
Agregaron que muchas de esas familias le llaman “alcancía” a los cerdos que crían en los patios de sus viviendas.
Las fuentes señalaron que cuando Ganadería informó que se mantenía “en constante vigilancia y apoyo a los productores de cerdos de todo el país, con el fin de que a la mesa de los consumidores lleguen productos sanos, frescos y de calidad, con acciones curativas y preventivas de punta”, se estaba burlando de los productores, porque sabía que la PPA estaba en varias provincias.
Indicaron que otra falla de las autoridades fue decir que “nuestros técnicos de Sanidad Animal se mantienen visitando a los productores porcinos del país para asistirlos en sus granjas y orientarlos sobre la manera correcta para criar los cerdos con el interés de contribuir con la producción nacional”.
Manifestaron que otro error de las autoridades fue afirmar que “uno de los levantamientos realizados por técnicos de la DIGEGA arrojó que las instalaciones donde resultaron afectados los cerdos no presentan ninguna medida de bioseguridad, pediluvios, registro de visitas, ni separación de áreas, por lo cual deben ser mejorados”.
El ministro Cruz y el administrador del Banco Agrícola, Fernando Durán, informaron que el gobierno le va a comprar a los porcicultores todos los cerdos que tengan que ser sacrificados por la PPA al precio que esté el kilo en el mercado local.
Esa compra estará a cargo del Bagrícola, por instrucciones del presidente Luis Abinader.
Esos funcionarios dijeron que el gobierno ha tomado una serie de medidas, que incluyen vigilancia en las entradas y salidas de las 11 provincias afectadas por la Peste Porcina Africana.
La crisis de 1978
La Peste Porcina Africana causó grandes estragos a la economía dominicana, que entonces tenía una fuerte depedencia del sector agropecuario, ya que los eslabones más importantes de hoy, el turismo y zonas francas, apenas estaban en ciernes.
Tal fue su impacto, que se escribieron tesis en el área veterinaria, como la realizada por José Edilberto Cruz , estudiante de veterinaria de la Universidad de Guadalajara, México.
En el “Análisis de las consecuencias económicas y sociales de la PPA en 1978”, el autor se enfoca en los primeros hallazgos de la presencia del virus, y en la drástica medida de eliminar la población afectada.
Según sus planteamientos, en esa época el virus estaba presente en Africa, Italia, España y Brasil.
Crecimiento sector
A partir de 1970 empiezan a instalarse las granjas con criterio empresarial, dejando atrás las pequeñas, de tipo familiar. Pero el desarrollo que llevaba el sector recibió el golpe mortal en 1978, cuando se descubrieron los primeros casos de la PPA en granjas ubicadas en Villa Mella, hoy Santo Domingo Norte, Barahona, San Juan de la Maguna y Puerto Plata.
Aunque en los meses siguientes hubo más casos, que en principio se confundían con el cólera porcino, la muerte masiva de cerdos ocurrida en junio no dejaba dudas a las pruebas que se hacían en laboratorios del país y de Estados Unidos. De cómo llegó el virus el autor maneja dos versiones: que en granjas de Villa Mella daban de comer a los cerdos residuos de comida dejada en los aviones que llegaban al país; y a embutidos traídos desde España por técnicos que trabajaban en la presa de Sabaneta, en San Juan de la Maguana.