TEHERÁN.- Los equipos de salvamento continuaban ayer con la búsqueda de supervivientes en la ciudad de Bam y temían que el actual recuento de 20,000 muertos por el terremoto del viernes se vea duplicado cuando concluyan los trabajos de rescate.

El ministerio del Interior cifraba en ese número los muertos por el desastre, pero responsables de los grupos que trabajaban entre los escombros apuntaron que el recuento de las víctimas mortales puede elevarse hasta 40,000, cuando se acabe de conocer con exactitud la verdadera magnitud de la catastrofe.

«Como hemos sacado mas cadáveres, tememos que el recuento mortal pueda llegar a doblar el actual cálculo de muertos», dijo Akbar Alaviel, el gobernador de Kerman, cerca de Bam, donde el terremoto de 6.3 grados en la escala Richter, de esta madrugada, sorprendió dormidos a los 100,000 habitantes de la ciudad.

«Es un desastre humano increíble», apunto Alaviel.

Algunos miembros de los equipos de salvamento utilizaban sus propias manos para retirar los escombros, mientras que media docena de bulldozers abrían largas zanjas para enterrar a los muertos y evitar el peligro de enfermedades infecciosas.

[b]EU ENVÍA AYUDA[/b]

El gobierno de Estados Unidos comenzó a enviar a Irán 67,500 kilos de provisiones médicas en un avión militar, luego de que ese país fue afectado por un devastador terremoto, dijeron el sábado funcionarios de la Casa Blanca.

Las autoridades también están despachando a unos 200 rescatistas y expertos médicos de los condados de Fairfax, en Virginia; Los Angeles y Boston, manifestó el portavoz Scott McClellan.

Asimismo, se enviarán equipos de expertos de la Agencia Internacional de Desarrollo, la Agencia Federal de Emergencias y el departamento de Estado.

Los equipos militares y civiles trabajarán con la Cruz Roja Internacional, la Sociedad de la Medialuna Roja de Irán y las Naciones Unidas para determinar las necesidades y distribuir la ayuda.

Las provisiones que se mandan a Irán incluyen sangre, alimentos y otra asistencia humanitaria, expresaron los oficiales gubernamentales.

[b]ESPECTÁCULO DESOLADOR[/b]

Los equipos de socorristas extranjeros seguían llegando el sábado al aeropuerto de Bam, equipados con perros sabuesos y material de detección, con la esperanza de encontrar sobrevivientes bajo los escombros de los miles de casas destruidas por el terremoto que afectó el viernes a esta región del sureste de Irán.

«Jamás había visto una cosa parecida. Es un espectaculo de desolación, una gran región ha sido destruida», declaró Heiner Gloor, un miembro del equipo suizo de socorro que coordina las operaciones en Bam.

«Hasta ahora han llegado los equipos suizo, alemán, turco y británico. Los iraníes necesitan de toda la ayuda posible», añadió Gloor, precisando que los esfuerzos se concentran en Bam.

Aviones militares y civiles iraníes efectuaban puentes aéreos para transportar las víctimas hacia los hospitales de la región y de Teherán.

«Hace 16 horas que estoy pilotando entre Teherán y Bam», afirmó visiblemente cansado un piloto de Iranair al mando de un Tupolev 154.

«Llenamos los aviones a fondo para conducir a los sobrevivientes hacia los hospitales de Teherán. Los de aquí están desbordados», añadió.

Miembros de la Media Luna Roja iraní en el aeropuerto de Bam indicaron que por lo menos 400 heridos graves fueron transportados el sábado en la mañana hacia los hospitales de la capital y de otras ciudades iraníes.

Numerosas personas llegaron desde Teherán para preguntar por sus familiares, de los que carecen de noticias desde que el sismo devastó gran parte de la ciudad de Bam causando, según el último balance oficial provisional, por lo menos 20.000 muertos y 30.000 heridos.

Estas personas son recibidas en el aeropuerto de Bam, cuyos edificios no se derrumbaron pese a las grietas que pueden verse. Socorristas transportando camillas con heridos van y vienen incesantemente. Piedras, bolsas de sangre vacías y jeringas usadas se ven por el suelo.

En la vecina ciudad de Bora los socorristas se vieron obligados a alinear los cuerpos de las víctimas en un campo de fútbol. El elevado número de víctimas ha convertido los espacios abiertos en depósitos de cadáveres.

Según el ministro iraní de Salud, Massud Pezechkian, el sismo causó hasta 70.000 muertos y heridos sólo en la ciudad de Bam.

«Consideramos en la actualidad que entre un 65 o un 70% de los habitantes de la ciudad de Bam están muertos o heridos», declaró Pezechkian a la AFP en medio de los escombros del hospital de la ciudad, destruido por el terremoto.

El médico estimó que los habitantes de Bam eran 100.000, pero no quiso dar un balance más preciso.

[b]A LA INTEMPERIE[/b]

Miles de residentes de Bam se disponían entretanto a pasar su segunda gélida noche en la intemperie, algunos de ellos apenas protegidos por mantas, en tanto que otros intentaban cobijarse en campamentos instalados por los equipos de ayuda.

«No queda ningún edificio entero en la ciudad. Bam se ha convertido en un terreno baldío. Las construcciones que continúan en pie no sirven para protegerse», dijo a los periodistas el ministro del Interior, Abdolvahed Mousavi Lari.

Como la mayoría del resto de construcciones de la ciudad, la prisión de Bam ha quedado destruida por el seísmo, lo que han aprovechado 800 convictos para huir y poner tierra de por medio.

También se han desplomado los hospitales de la ciudad, por lo que aviones militares continuaban con la evacuación de heridos a Kerman y a Teherán, donde muchos voluntarios han comenzado a colaborar con la donación de sangre.

El ministerio de Sanidad reiteraba los llamamientos de ayuda a los países de la Unión Europea, para el envío de medicinas, tiendas y equipos médicos a fin de paliar la situación de los damnificados.

En respuesta al llamamiento internacional de auxilio por el presidente, Mohamed Jatami -que reconoció que su país no puede afrontar esta situación con sus propios medios-, varios estados ya empezaron a enviar ayuda humanitaria.

El primer avión con material de auxilio llegó por la mañana procedente de Suiza al aeropuerto de la Kerman, donde se ha instalado el «centro de crisis».

El seísmo también causó importantes daños en las zonas rurales cercanas a Bam, donde viven unas 200.000 personas, informaron fuentes locales, que no pudieron precisar el número de muertos y heridos en esas áreas.