Tampa (EEUU) (EFE).- La batalla por preservar en América Latina los “valores y las instituciones democráticas” reclama “evitar a toda costa” el modelo fallido del populismo, según líderes iberoamericanos reunidos en un foro político en Tampa (Florida).

“Hay que evitar a toda costa en América Latina el populismo y mantener la defensa de la democracia, que es la gran conquista de nuestra región”, dijo a Efe el ex presidente de Colombia Andrés Pastrana, actual embajador de su país en Estados Unidos. Pastrana fue uno de los ponentes en el debate titulado “Diálogos sobre Latinoamérica”, que tuvo lugar el fin de semana dentro del foro del Consejo España-EEUU, que concluyó el sábado en esta ciudad del suroeste de Florida.

Se trata de un foro anual que busca intensificar las relaciones bilaterales e intercambiar puntos de vista sobre América Latina y en el que también participaron, entre otros, el secretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutierrez, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, el senador republicano Mel Martínez y directivos de empresas de ambas naciones.

“No sólo los candidatos populistas están ganando las elecciones”, sino que también lo hacen “los partidos de centro, de moderación y madurez política”, aseguró Pastrana en relación a las últimos comicios celebrados en la región. Hay un movimiento, insistió, “hacia el centro y la moderación”, que rechaza “el mensaje de ruptura” del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su pretensión de “dividir el hemisferio entre el norte y el sur”. “No lo vamos a aceptar”, subrayó.

Para Gustavo de Arístegui, portavoz del Partido Popular (PP, oposición) en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso español, el populismo va a tener “un efecto devastador”. A su juicio, ese efecto se refleja ya en Venezuela en “la incapacidad total de gestión del gobierno populista”. “Bajo el régimen de Chávez, Venezuela ha pasado de niveles cercanos al 30 por ciento de pobreza a otros del 60 por ciento, en estadísticas oficiales”, señaló.

Arístegui calificó el populismo de movimiento “cimentado sobre sentimientos y no sobre ideas”, lo que lo convierte en “explosivo, pero también frágil”. Según Arístegui, se trata de una renuncia a la racionalidad que entronca directamente con la “alianza antisistema” de estrategia “filofascista, antioccidental, anticapitalista, antiliberal, antiamericana, mercadofóbica y mesiánica”.