Creen que combate a corrupción requiere de un cambio cultural

Creen que combate a corrupción requiere de un cambio cultural

Por MARIO MÉNDEZ
En el combate de la corrupción en la administración pública se debe evitar la adopción regímenes de sanciones, en adición a los existentes, que muchas veces se hacen infuncionales y, en cambio, se debe promover un cambio de cultura que conduzca a la colaboración cívica de cada ciudadano y de los diferentes sectores, plantearon expertos en la puesta en circulación de dos libros del doctor Raymundo Amaro Guzmán.

El doctor Luis Scheker Ortíz planteó irónicamente que de producirse una situación en que “se le meta mano al patrinomo del agente que cometa una falta en el servicio, o se incremente al funcionario que, por su sola actuación, produzca un daño al admnistrado, la administración pública dominicana podría quedar desierta de gente capaces pero temorosa y honesta”.

Sin embargo, planteó que “siempre habrá busca empleos, temerarios, trepadores, gente sin otro oficio o mérito que estar apañado por partidos políticos que no tienen para ellos una mejor oferta que un cargo público bien remunerado y a veces honorífico”.

“Los gastos y sacrificios económicos y los compromisos en que se incurre para alcanzar una poltrona, o un escaño, suelen ser escandalosos”, planteó.

Scheker Ortiz explicó que “un empleo público, el acceso a las mieles del poder, al presupuesto, a las contratas, siendo su permanencia transitoria, obliga al agente a darse prisa para no perder la oportunidad de salir de pobre o de enriquecerse a toda costa”.

Ante esa situación, Scheker Ortiz planteó que habrá que actuar con mucha cautela antes de lanzar al ruedo un sistema de sancions que no se cumplan, sólo porque en otros países existen, y debemos modernizarnos”.

“Esto último está bien. Detrás tenemos el cuco de la globalización y la competitividad que nos arrastra, pero debemos pisar con pies de plomo, pues no siempre lo perfecto es amigo de lo posible”, expresó.

Recordó recientes planteamientos del Presidente Leonel Fernández, quien “la necesidad de moralizar la vida pública” y advirtió que “no hay demoracia si no existe confianza y credibilidad en quienes encabezan los proyectos políticos de la Nación”.

Ante esa situación, Scheker Ortiz se preguntó si “estamos preparados para dar el salto” o si “lo queremos dar”.

Dijo que las leyes que establen un régimen de sanciones existen, pero el mal persiste.

Dijo que hace falta una voluntad política que haga de su discurso una realidad factual.

Sostuvo que Amaro Guzmán, el autor de las obras, y otros tanto politólogos, sociólogos, estudiosos de la administración y expertos internaionales están conscientes del mal y de su remedio: “La corrupción administrativa depender{a de que los dominicanos tomemos plena conciencia de que este cambio cultural requiere la colaboración cívica de cada ciudadano y sectores de nuestra sociedad”, citó.

En el panel realizado con motivo de la puesta en circulación de las obras del doctor Amaro Guzmán, participaron además del autor Luis Sheker Ortiz y Gredgorio Montero, quienes expusieron aspectos relevantes en lo penal, lo civil y admnistrativo en la responsabilidad en la administración pública.

“La responsabilidad del Estado y la del funcionario son conjuntas, correspondiendo demandar a ambos en forma mancomunada. La importancia de que el funcionario sufra las consecuencias pecuniarias constituye un elemento fundamental para fijar límites a la negligencia y arbritariedades de las asutoridades públicas, expresó Scheker Ortiz.

De su lado, el licenciado Gregorio Montero dijo que en el pa{is está configurada la responsabilidad administrativa de los servidores públicos a partir de un régimen de deberes, prohibiciones, incompatibilidades, fsaltas y sanciones, que si bien no es aplicado con la rigurosidad necesaria, “muchos reconocemos su importancia y adecuada estructuraci{on técnica y jurídica”.

Los libros del doctor Raymundo Amaro Guzmán puestos en circulación recientemente son Responsabilidades en la Administración Pública y Principios Jurídicos de la Organización Administrativa del Estado.

La puesta en circulación de estos libros estuvo a cargo de la Oficina Nacional de Administración y Personal (ONAP).

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