Creen repunte económico daría el triunfo a Bush

Creen repunte económico daría el triunfo a Bush

WASHINGTON (EFE).- Los recientes buenos resultados de la economía de Estados Unidos reflejados en los últimos indicadores pueden dar a George W. Bush, según sus asesores, un empujón suficiente para ganar las elecciones en 2004, a pesar de Irak.

La Casa Blanca acogió ayer con optimismo los datos sobre el aumento de la productividad en el tercer trimestre a un ritmo anual del 9,4 por ciento -la más alta en 20 años según los datos del Gobierno- y sobre los máximos anuales alcanzados en las bolsas.

El dato sobre el aumento de la productividad fue espectacular teniendo en cuenta que entre 1996 y 2000, los años más intensos de la prosperidad de una década que concluyó en 2001, la productividad en EEUU tuvo un incremento anual promedio del 2,5 por ciento.

La noticia tuvo su reflejo en los mercados de valores de Nueva York, que a media jornada vieron cómo todos los índices registraban importantes avances, con el tecnológico Nasdaq superando la barrera psicológica de los 2.000 puntos por primera vez desde enero de 2002.

El Dow Jones subía a esa hora 80 puntos, un 0,81 por ciento, y el Standard & Poor’s lo hacía 7 puntos, equivalentes a un 0,64 por ciento, hasta niveles no vistos desde junio del año pasado.

Estos datos positivos quedaron parcialmente empañados por la evolución del sector servicios -que supone dos tercios de la actividad económica en Estados Unidos-, que en noviembre creció a un ritmo más lento de lo que esperaban los analistas oficiales.

Otro dato malo fue el descenso en las peticiones de hipotecas en la última semana del mes de noviembre, por lo que algunos expertos creen que no se puede cantar victoria por la recuperación económica, pese al crecimiento del 8,2 por ciento en el tercer trimestre.

Estos expertos también destacaron que no hay buenas noticias sobre el desempleo, que se mantiene en el 6 por ciento de la población activa -el nivel más alto en una década-, y señalaron que cada vez son más las personas que ni siquiera buscan trabajo, desalentadas por la dificultad y las malas condiciones laborales.

Mark Weisbrot, co-director del Centro de Investigación Económica y Política, afirmó que los datos macroeconómicos no tienen una traducción en los bolsillos de los ciudadanos «que perciben sus ingresos del mercado de trabajo y no del mercado de valores».

Weisbrot argumentó que no se puede hablar de recuperación económica cuando la creación de puestos de trabajo «sigue siendo pobre e incluso negativa, con la pérdida neta de 768.000 empleos», cuando han pasado ya dos años desde el periodo recesivo.

En cualquier caso, el gobierno estadounidense está dispuesto a jugar fuerte la carta de la recuperación económica, consciente de que la incertidumbre en torno a Irak posiblemente jugará en su contra en unas elecciones que pueden ser muy reñidas.

La Casa Blanca lleva semanas repitiendo que su política económica, centrada fundamentalmente en un polémico recorte de impuestos -que según los demócratas ha beneficiado a los ricos-, está arrojando sus primeros frutos en la recuperación económica.

Durante estos tres años de presidencia de George W. Bush, los malos datos económicos, con un déficit público cercano al medio billón de dólares, han sido achacados oficialmente a la breve recesión por la que atravesó EEUU en 2001, a los atentados del 11 de septiembre de 2001 y a las guerras de Afganistán e Irak.

Pero en cuanto han aparecido los primeros datos positivos, el propio Bush se ha atribuido todo el mérito en los numerosos actos públicos en los que ha participado en las últimas fechas para obtener fondos destinados a la campaña de su reelección en 2004.

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