Los principales titulares de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias (CPEP) y del Instituto Duartiano, confían en que la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se encuentra en la frontera dominico haitiana, actúe de manera imparcial en el conflicto por la construcción de un canal que desviaría las aguas del río Dajabón hacia el lado haitiano.
Juan Pablo Uribe y Wilson Gómez Ramírez, consideran que independientemente de la decisión de la OEA, el presidente Luis Abinader está obligado a seguir defiendo los intereses de la patria dominicana como lo estable la Constitución de la República.
Uribe y Gómez Ramírez definen como inaceptable una posible negociación en base a permitir que los haitianos desvíen las aguas del río Dajabón o Masacre, porque atenta contra la preservación ecológica de la isla.
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De igual modo, estiman inaceptable cualquier negociación en base a permitir la libre entrada de los haitianos por la frontera, práctica que ha existido históricamente. Apremian que el gobierno dominicano concluya la construcción de la verja perimetral en la frontera, cuya primera parte, de 1.7 kilómetros, fue inaugurada el jueves por el presidente Luis Abinader, en Elías Piña.
Aseguran que el muro, como se les llama popularmente, ayudaría a controlar la seguridad de la población dominicana y la integridad territorial.
Consideran que los haitianos deben permitir que la comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) entre al otro lado de la frontera, como ya lo hizo del lado dominicano.
Deploran que los comisionados de la OEA todavía ayer no habían podido entrar Haití por la frontera, debido a la resistencia de quienes controlan ese territorio.
El presidente de la CPEP, Juan Pablo Uribe, entregó la medalla del 160 aniversario del Grito de Capotillo al presidente del ID, Wilson Gómez Ramírez.