ARCHIVO - En esta fotografía de archivo del 27 de marzo de 2015, el director general de ExxonMobil, Rex tillerson, hace declaraciones en Washington tras la difusión de un informe del Consejo Nacional del Petróleo sobre las perforaciones petroleras en el Artico. El sábado 10 de diciembre de 2016, el presidente electo Donald Trump dio un paso más para nombrar a Tillerson como su secretario de Estado al reunirse con él por segunda vez en una semana. (AP Foto/Evan Vucci, Archivo)
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, hizo ayer oficial la elección de Rex Tillerson como su secretario de Estado, el jefe ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, quien podría tener problemas para su confirmación en el Senado dados sus probados vínculos con Rusia.
Desde que el nombre de Tillerson surgió como candidato para el cargo, varios republicanos de peso han expresado reservas sobre sus años de trabajo en Rusia y Oriente Medio en nombre de la multinacional, aunque algunos de los legisladores han suavizado sus palabras una vez el anuncio se hizo oficial.
Uno de los más claros al exponer sus dudas sobre Tillerson ha sido el senador cubano-estadounidense Marco Rubio, quien además es miembro del Comité de Asuntos Exteriores, donde se celebran las primeras audiencias de escrutinio sobre el empresario petrolero y en las que solo un voto en contra de un legislador puede bloquear el procedimiento.
Rubio expresó “serias preocupaciones” y se comprometió a asegurar una “exhaustiva” investigación del candidato en el comité. “El próximo secretario de Estado debe ser alguien que vea el mundo con claridad moral, libre de posibles conflictos de intereses, y que tenga un claro sentido de los intereses de Estados Unidos y fuerte defensor de sus objetivos de política exterior (…). Espero con interés saber más sobre su historial y sus puntos de vista”, dijo Rubio en un comunicado.
Asimismo, el senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham, quien quiere una investigación bipartidista sobre la influencia rusa en las elecciones estadounidenses, dijo que espera “que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia sean el centro” del proceso de confirmación de Tillerson.
Graham calificó como “desconcertante” el hecho de que Putin otorgara a Tillerson la Orden de la Amistad del Kremlin en 2013, mientras que el senador por Arizona John McCain aseguró, en alusión al empresario, que no entendía “cómo alguien podría ser amigo de un antiguo agente de la KGB”, refiriéndose al mandatario ruso.
Otro de los que podrían manifestar sus reservas es el también senador por Arizona Jeff Flake, pero después de que la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice y el ex secretario de Defensa Robert Gates vieran con beneplácito el nombramiento, Flake le dio el beneficio de la duda.
El directivo de ExxonMobil está bajo escrutinio por sus lazos con el presidente ruso, Vladimir Putin, en medio del escándalo suscitado después de que la CIA confirmara que el Kremlin influyó en los resultados de las elecciones presidenciales para favorecer a Trump. Sin embargo, Tillerson cuenta con el gran y significativo apoyo del líder de la mayoría republicana en el Senado, el legislador por Kentucky Mitch McConnell, quien aseguró en un comunicado que “espera apoyar su nominación».