La crisis del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) podría enturbiar las elecciones presidenciales del 2004, si la Junta Central Electoral (JCE) falla a favor de una de los grupos de ese partido que concentra mayor poder político, advirtió el politólogo José Antinoe Fiallo.

Si la decisión de la JCE, respecto a legitimidad de las convenciones del PRD, repercute negativamente en la confiabilidad del padrón electoral, y en la composición de las juntas electorales, la posibilidad de un colpso político e institucional hay que tomarla en cuenta, refirió.

El PRD navega en aguas turbulentas desde que el Presidente Hipólito Mejía anunció sus intenciones de repostularse, pues una parte de la dirigencia de ese partido se opone al continuismo porque es contrario a los principios de la entidad.

El Proyecto Presidencial Hipólito (PPH), que respalda a Mejía, ha tenido que enfrentar a un agerrido Hatuey Decamps que se proclamó candidato presidencial del PRD, y a los precandidatos Fello Suberví, Milagros Ortiz Bosch y Enmanuel Esquea, que se retiraron de la convención pautada para el domingo 21, al decubrir la alteración del padrón electoral.

Fiallo consideró que al producirse una concentración de las decisiones políticas en una facción del Poder Ejecutivo, la crisis se focaliza en un grupo pequeño (PPH) que pretende tener un control completo del sistema político, «lo cual plantearía una crisis en el corazón de la partidocracia».

«Si la JCE legitima la candidatura que impulsa el PPH se presentaría un Poder Ejecutivo que controlaría una parte importante del Congreso, de la Judicatura a través del Ministerio Público, y de las jurisdicciones electorales», expresó.

Ante el retiro de los precandidatos que iban a competir con Mejía, Fiallo planteó que como consecuencia pueden darse dos escenarios: que el deterioro del PRD le sirva el poder al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), o que se genere un crisis de grandes magnitudes que sea preciso buscar salidas no dadas en los esquemas institucionales convencionales.

CULPABLES: RELECCION Y PARTIDOS

Según Fiallo lo que ocurre en el PRD, un partido dividido que a cinco meses de las elecciones presidenciales anda como un barco a la deriva, no es culpa solamente de los intentos continuistas de Mejía, sino también del fracaso de la dirigencia política en todo su conjunto y de la burguesía corporativa.

Han entrado también en crisis, a su juicio, las instancias de concertación y el sistema institucional, «lo cual quiere decir que hay una dificultad profunda porque no se han querido discutir los problemas de fondo.

«No es solamente una ruptura política, es también de resultados y credibilidad en los mecanismos que se han creado para dialogar y buscar alternativas a las situaciones complejas que se están presentando», destacó Fiallo.