WASHINGTON. –El magnate Donald Trump ha demostrado en 8 meses que su candidatura a la Casa Blanca no era una fantasía. Su victoria en las primarias republicanas es ahora más que posible.
Su candidatura ha mutado en un movimiento nacional de protesta contra las élites políticas y los políticos tradicionales, que agrupa tanto a republicanos conservadores como moderados, lo que podría garantizarle la victoria final, aunque ello dependerá del comportamiento de los otros aspirantes.
El sábado quedaban 5 candidatos republicanos, después de las primarias en Carolina del Sur: Donald Trump, el senador de Texas Ted Cruz, el senador de Florida Marco Rubio y dos aspirantes marginales: el neurocirujano retirado Ben Carson y el gobernador Ohio John Kasich. Donald Trump cuenta con 30-35% de los votos republicanos.
Los sondeos le atribuyen 34% de las adhesiones. Y ese nivel de apoyo se reflejó en su desempeño en las primarias de New Hampshire (35%) y Carolina del Sur (32.5%). Mientras que los votos restantes se dividirían entre los otros 4 candidatos, el liderazgo de Trump luce seguro. En efecto, después del 15 de marzo la mayoría de los estados habrá asignado sus delegados, por lo que Trump podría conseguir delegados necesarios para asegurarse la nominación en la convención en Cleveland de julio.