Un fuerte dolor que le produce una hernia obligó al limpiabotas José Antonio Mercedes a llevarse las manos alrededor de los testículos, error que le costó caro, pues un policía pensó que se masturbaba y le dio un cachazo que le rompió parte de la cara. Con el rostro ensangrentado, Mercedes, lloraba ayer frente al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, luego de que un cabo lo golpeara con su arma. Dijo que el policía apodado El Criler le propinó un cachazo al confundirse con la acción que hacía. Personas que observaron el hecho dijeron que el hombre tiene años en la zona.