La muerte a balazos del reconocido abogado Basilio Guzmán, de 62 años, ocurrida ayer en la mañana frente a su residencia en el exclusivo sector de Los Cerros de Gurabo, ha consternado a la comunidad jurídica de esta ciudad y pone de relieve el peligro de los profesionales del derecho que se apoderan de casos complejos en los que otros deciden no participar.
El crimen se produjo precisamente en las inmediaciones donde vive la élite empresarial de Santiago.
La hipótesis que se maneja del homicidio es que se trató de un sicariato, debido a que la víctima se destacó durante años por asumir casos controversiales en los tribunales de este distrito judicial.
Para el expresidente del Colegio Dominicano de Abogados, seccional Santiago, José Miguel Minier, la muerte de Basilio Guzmán constituye un reto que la Policía Nacional y el Ministerio Público deberán esclarecer.
“Ese fue un acto de sicariato por una sencilla razón: de algún litigio que tuvo con alguien que no quedó conforme”, explicó Minier, quien se mostró preocupado por el hecho.
Pidió a las autoridades dar con los autores materiales e intelectuales del crimen, pese a que reconoce que llevará su tiempo investigar.
“Era un abogado de trato afable, un litigante, estaba en el límite de los defendibles y los indefendibles”, afirmó por su lado el expresidente del gremio que agrupa a los abogados en esta ciudad, Ramón -Monchy- Estrella.
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Estrella agregó, además, que el sector de la abogacía reconocía en el malogrado jurista que aparte de todas las conjeturas que se pudieran armar en función de su ejercicio profesional, era de los que defendía su tesis a capa y espada.
“Era una persona que tenía mucho conocimiento y era un estudioso del derecho como casi no lo hay en el país”, aseguró Estrella, en un punto que también coincidió su colega Minier.
Basilio Guzmán fue tiroteado por dos hombres a bordo de una motocicleta, mientras se encontraba en el frente de su residencia, en el exclusivo sector Los Cerros de Gurabo, cuando se disponía a botar la basura y a recoger el diario, como era costumbre antes de salir a su trabajo.
Era padre de cuatro hijos y estaba casado con la exfiscal Johanna Rodríguez.
Carlos de León, quien dijo que su familia mantenía una relación de amistad con el malogrado, tampoco descarta que el crimen sea un sicariato, ya que el abogado Guzmán llevaba muchos casos en la justicia que pudieron haber afectado a las demás partes en el proceso.
La Policía Nacional informó que investiga la circunstancia en que fue ultimado el abogado.
Al lugar del hecho se presentaron miembros del Ministerio Público y del departamento de Homicidios, quienes en presencia del médico legista levantaron el cadáver y lo enviaron al Instituto Nacional de Ciencias Forenses, Inacif, para fines de autopsia.