MÉXICO. AFP. La escalada de violencia no se detiene en México pese a los operativos militares instrumentados contra el crimen organizado por el gobierno federal, que ahora lanza un grupo antisecuestro ante el reclamo de grupos civiles que convocaron a una gran marcha contra la inseguridad.

 En Ciudad de Juárez (fronteriza con EU), donde dos de los más grandes cárteles de droga están inmersos en una guerra sin precedentes, sólo este fin de semana dejó al menos 21 personas muertas.

 Cuatro de ellas pertenecían a una misma familia (dos eran mujeres) y sólo sobrevivió un menor al escapar de la casa donde se registró el multihomicidio, reportó César Ramírez, portavoz de la Subprocuraduría de Justicia Estatal, Zona Norte.  En marzo el gobierno federal incrementó la presencia de los militares con el envío de 2,500 elementos a Ciudad Juárez, como parte de un operativo nacional contra el crimen organizado, y este lunes comenzó a desplegar a un grupo especial antisecuestros en todo el país.

 Los secuestros no sólo se han incrementado sino que son cada vez más violentos debido a que la lucha contra el narcotráfico está provocando que los capos busquen ingresos adicionales mediante ese delito.

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Gobierno responde

El grupo antisecuestro de la Policía Federal está conformado por 300 elementos y ha sido una de las primeras reacciones del gobierno ante la conmoción que provocó el plagio y asesinato semanas atrás de un hijo adolescente de una de las familias más ricas de México, perpetrado al parecer por policías.  «El principal enemigo está en casa», dijo Luis de la Barreda, titular del Instituto contra la Inseguridad, al referirse a la participación de policías.