Crimen violento: la “mayor amenaza” para América Latina

Crimen violento: la “mayor amenaza” para América Latina

POR ANDREW BOUNDS
En Bruselas

El crimen violento es la mayor amenaza para la democracia en América Latina, advirtió esta semana el vicepresidente de Colombia. Francisco Santos Toledo dijo al Financial Times que el azote del secuestro, asesinatos y corrupción que este país ha pagado por la guerra, ahora los enfrenta el grueso de los países de América Latina.

 “La delincuencia es el problema principal de la próxima década”, dijo. “Va a afectar el turismo, la inversión y va a amenazar la democracia”.

 “En la mayoría de los países tienen sistemas judiciales y policiales muy débiles. Si los gobiernos no actúan, van a perder el control de las calles”, agregó.

El señor Santos dijo que Colombia había pasado por lo peor, mientras que sus vecinos Venezuela y Brasil están en un camino descendiente. Mientras que Medellín, que fuera un sinónimo de violencia de pandillas de narcotraficantes en la década de los 90, ahora es más segura que Washington DC, de acuerdo con una investigación, Caracas es ahora la ciudad más peligrosa del mundo.

“Mire lo que ocurrió en São Paulo”, dijo el señor Santos, refiriéndose a los ataques a la Policía y transportes por las pandillas que protestaron cuando uno de sus líderes fue trasladado de prisión.

Las pandillas callejeras proliferaron en toda América Central en los 15 años que siguieron a las guerras civiles. Guatemala ha llamado a los combatientes del crimen de la Organización de Naciones Unidas en una admisión de que sus propias fuerzas policiales no pueden contenerlo.

El señor Santos dijo que se está avanzando en un tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los países andinos, pero criticó los esfuerzos de paz de la UE. Bruselas ha gastado casi 100 millones de euros (US$127.0 millones) en tres “laboratorios para la paz” en Colombia desde 2002. El objetivo era trabajar con las comunidades para apoyar la toma de decisiones y aportar alternativas a la coca como una fuente de ingresos creciente. Pero el señor Santos dijo que el gobierno local había cancelado la toma de decisión e ignorado el aspecto económico.

“Hay muchos proyectos sobre derechos humanos y la convivencia, y poco de eso resulta productivo. La gente no puede comer palabras. Necesitamos proyectos que ayuden a los cosechadores de café, por ejemplo. Las personas tienen que tener alternativas para los cultivos ilegales”.

Benita Ferrero-Waldner, el comisario europeo de relaciones exteriores, elogió el trabajo de los laboratorios en un discurso pronunciado en 2004, calificándolos de “programas abarcadores de desarrollo local integrado que buscan apoyar las iniciativas de paz al nivel local”.

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