Crisis de la verdad

Crisis de la verdad

Sergio Sarita Valdez

En el Evangelio según San Juan en el versículo 37, capítulo 18 se lee: “Pilato le preguntó: “Entonces, ¿tú eres rey?” Jesús contestó: “Tú lo has dicho: Yo soy rey. Para esto nací, para esto vine al mundo, para ser testigo de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad, escucha mi voz”. Ya en el capítulo 8, versículo 32 había Cristo sentenciado: “entonces conocerán la verdad y la verdad los hará libres”.

Lo real, auténtico o verdadero en ciencia obliga a su demostración mediante la herramienta metodológica cartesiana. Distinguir fantasía de realidad no siempre ha sido fácil debido al componente subjetivo que le acompaña.

Como amante del cine recuerdo allá por la década de los sesenta del pasado siglo XX que cuando en la pantalla gigante se proyectaba la imagen y el sonido de un disparo, instintivamente este servidor se agachaba. Con razón alguien refería a la cinematografía como el arte de hacer creer.

Sesenta años después los vídeos editados y subidos a las redes sociales de la Internet lucen tan auténticos que con frecuencia resulta difícil distinguir lo falso de lo verdadero.

El saturado uso abusivo, malintencionado y distorsionado de grabaciones modificadas por expertos informáticos ha generado un grave conflicto de credibilidad en el que resulta bien difícil saber si lo que estamos mirando es cierto, o si por el contrario se trata de una alteración fílmica creada para confundir a los incautos audio video espectadores.

Millares de noticias falsas son transmitidas y reproducidas instantáneamente sin que haya siquiera tiempo de refutarlas demostrando lo irreal de su procedencia.

Gracias a las mega toneladas de documentos pseudocientíficos contamos con un significativo porcentaje de individuos que rehúsan al uso de vacunas haciendo difícil lograr el control y posterior erradicación de pandemias, hazaña obtenida en el pasado contra la viruela y la poliomielitis.

La duda y la incertidumbre crecen de modo vertiginoso no sólo en el campo sanitario sino también en el ámbito financiero, económico, social, cultural, religioso y político. La credibilidad en general está siendo cuestionada por lo que la desconfianza se hace presente en cada acto del quehacer humano.

No quisiéramos validar la triste y amarga proverbial expresión de que “Cualquier tiempo pasado fue mejor”, pero al ritmo que lleva la falsía en distintos medios de comunicación hay razones para sentir en ocasiones cierta añoranza por el ayer. ¿Será verdad eso de que, según Campoamor: “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira?”.

Preguntó Pilatos: ¿Qué es verdad?

Lo real, auténtico o verdadero en ciencia obliga a su demostración

La duda y la incertidumbre crecen de modo vertiginoso

La credibilidad en general está siendo cuestionada

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