El capitalismo es un sistema político, social y económico cuya esencia es la libertad de mercado (mercado libre) y la fijación de los precios, sobre la base del equilibrio diáfano de la oferta y demanda de bienes y servicios.
En la práctica el capitalismo es el sistema político más balanceado interna y externamente para la raza humana. De hecho, su evolución ha sido pausada y continua desde hace cuatro mil años (comunitarismo, esclavismo, feudalismo, capitalismo de mercado libre de bienes y servicios y socialismo más recientemente). En ese orden, se ha mantenido, con variaciones de fondo y de forma, el trípode que sostiene el sistema, que son:
a) La mano de obra (el trabajo)
b) El capital
c) El orden (Estado)
Los padres del fundamento teórico del sistema capitalista consideran que el modelo vigente autogenera una crisis económica (recesión) cada cinco años en promedio, siendo la magnitud de ésta de leve a moderado. Sin embargo la crisis económica y financiera del año pasado (2008) es de una magnitud nunca antes vista, aunque se conoce el origen de la gran crisis que es la desregulación profunda de la industria financiera y la carencia total de control en las operaciones financieras al interior de los grandes países y también en las operaciones internacionales (negocios financieros entre países).
De hecho, una de las virtudes del sistema capitalista es su capacidad enorme de reajustarse, hacia el camino correcto, en los momentos más difíciles y peligrosos, tal es el caso del desplome (1989) a nivel mundial de la variante conocida como socialismo o de economía central planificada, donde las partes eran un gigantesco Estado, con categoría de huracán cuatro, una mordaza colectiva y una policía política con raíces que penetraban la sociedad completa de arriba-abajo. Así mismo, ocurrió con la variante del sistema capitalista conocida como el esclavismo, subsistema que se volvió económicamente no rentable (el 50% de los esclavos provenientes del Africa moría en el viaje de traslado y las condiciones pésimas de vida de los esclavos redujo a cuatro años en promedio, su vida laboral). Por lo tanto, el negocio se volvió no rentable. En otro orden, en las grandes escuelas de negocios se enseña que la alta dirección de empresas está basada en 5 componentes fundamentales, que son:
a) Planificación
b) Coordinación
c) Ejecución
d) Dirección, y
e) Control
A partir de 1989 el componente control de la industria financiera cayó a su nivel más bajo y en muchos casos desapareció, de hecho, el capital del capitalismo perdió el rumbo, la personalidad, la disciplina y el auto-respeto, en síntesis se hizo más importante comprar una botella de vino de USA$1,000.00 que corregir y/o enderezar el nudo gordiano que abrazaba el capital del capitalismo (20 años de fiesta y de derroche sin control, están pasando su factura acumulada y vencida). En ese sentido, la crisis económica y financiera mundial es la más grande de la historia de la humanidad y se requerirá de varias generaciones vía el pago de impuestos para detener las quiebras espantosas, los déficits financieros y la insolvencia generalizada del sistema completo. Al echar un vistazo al orden estructural del viejo sistema vimos que son tres los factores más importantes y, estos son:
a) El trabajo (es decir, los trabajadores).
b) El capital (es decir, los dueños del dinero), y
c) El orden (es decir, el Estado).
De lo dicho anteriormente se desprende el primer principio de solución y consiste en una nueva y profunda regulación de la industria financiera, la segunda es una repartición más equitativa de los beneficios (digamos una tercera parte para cada uno). En la misma medida que el trabajador produce riquezas y paga con impuestos la insolvencia total del capital, debe participar en la repartición de los beneficios y ser garante de la aplicación correcta de las nuevas normas y regulaciones que se aplicarán para evitar la bancarrota total, del añoso sistema política y social.
En ese sentido, debemos concluir que el viejo sistema ha completado un ciclo histórico, por lo tanto, el mismo definirá las condiciones nuevas de operación y sobrevivencia, las cuales tendrán muy en cuenta que el bienestar debe distribuirse lo más justo posible en toda la humanidad (6,300 millones de personas). La gran crisis del capitalismo contemporáneo (siglo XXI) es la carencia de capital, de reglas y de control, donde los beneficios se reparten entre los accionistas y las pérdidas van a parar al bolsillo del ciudadano común (vía los impuestos). En definitiva el capitalismo contemporáneo se ha quedado sin capital y por lo tanto, sin control interno ni externo. El derroche ilimitado de los bienes y servicios y la carencia de control efectivo, financiero y económico, nos lleva a la gran crisis económica actual, donde el hedonismo es la cualidad socio-política dominante.
En resumen, en sus 4,000 años de existencia el sistema capitalista, no había producido una crisis financiera planetaria (crisis globalizada), de modo que el capitalismo llegó a un punto donde hay que refundarlo completamente, al equilibrar la trilogía original: trabajo, capital y orden (trabajadores, dinero y el Estado). En ese orden, el sistema capitalismo concluyó una etapa y es el momento de repensar la siguiente, antes de que sea muy tarde.