Crisis económica y reforma financiera

Crisis económica y reforma financiera

RAMÓN NÚÑEZ RAMÍREZ
En un mundo de plena apertura y movilidad de capitales las crisis financieras representan una de las causas principales de los problemas económicos. Las crisis mas recientes, como la de México, Asia o la de República Dominicana, revelan la importancia de una supervisión bancaria consolidada, que tome en consideración los diferentes tipos de riesgos y también el gobierno corporativo de las entidades de intermediación financiera.

En un pasado reciente el detonante de las crisis económicas era un problema de balanza de pagos, originado en un déficit en cuenta corriente cuya explicación era un déficit comercial, debido a sobrevaloración de la moneda o deterioro en los términos de intercambio.

El desenlace era una recesión o una drástica devaluación o ambas y de seguro el banco central había agotado sus reservas defendiendo una tasa de cambio fija y simultáneamente se habían cerrado las ventanillas de financiamiento en el exterior ante el atraso en el servicio de la deuda externa o ante el temor que el país no pudiera cumplir con sus compromisos.

En la mayoría de los casos el déficit externo era la contrapartida de un déficit fiscal, financiado con recursos externos o emisiones inorgánicas, en medio de un pretendido sistema de cambio con tasas fijas.

Las crisis de los ochentas en América Latina, incluyendo la República Dominicana, más o menos experimentaron un patrón parecido y la conclusión fueron políticas de ajustes dirigidas a reducir el gasto público, aumentar los ingresos fiscales y el establecimiento de regímenes de cambios flotantes, así como largos procesos de renegociación de la deuda externa bajo la sombrilla de un programa económico con el FMI.

Las crisis económicas más recientes (México, Rusia, Asia) son crisis de los mercados de capitales en las cuales juegan un papel importante los balances del sistema financiero, el nivel de endeudamiento del sector privado y la calidad de la supervisión.

México, por ejemplo, no tenía problemas presupuestarios, presentaba un elevado déficit de cuenta corriente y cometieron el error de mantener una moneda sobrevaluada y se estimuló el endeudamiento externo de los bancos y las empresas.

Cuando a México se le agoto el dinero experimentó una masiva fuga de capitales más una crisis cambiaria y una crisis de la deuda. En la crisis asiática, con las naturales diferencias en cada país, se presentaron como denominadores comunes que los balances financieros de los bancos y empresas mostraban un desajuste en los vencimientos (pasivos de corto plazo para financiar proyectos de largo plazo) excesivo riesgo cambiario por endeudarse en moneda dura para financiar inversiones con amortización en moneda local, elevado riesgo de mercado (deudas para adquirir activos con gran fluctuación de su valor) riesgo crediticio con préstamos de dudosa recuperación a empresas vinculadas y a todo esto sesumaron bancos centrales que se jugaron sus reservas para evitar una devaluación indetenible. República Dominicana experimentó un colapso financiero enel 2003 que fue precedido por una elevación de la tasa de cambio impulsada por políticas expansivas (en enero del 2002 la tasa de cambio era 17.17×1 y en diciembre promedió 21.53) rompiendo con diez años de estabilidad cambiaria, fuga de capitales por la pérdida de confianza en las autoridades y quebraron tres bancos cuyos balances estaban afectados de los mismos males descritos en el caso asiático, agravado con prácticas contables que ocultaban la realidad financiera a una supervisión deficiente.

Al igualque en la crisis de México y Asia el BC agotó sus reservas defendiendo el tipo de cambio, pero a diferencia de esas naciones el gobierno pasado, violando la ley monetaria y el sentido común, decidió responderle a todos los depositantes, incluyendo accionistas y vinculados, provocando la mayor hemorragia monetaria en toda la historia del peso dominicano, el consiguiente disparo de la tasa de cambio por encima del 50×1, inflación de dos dígitos altos y caída en el PIB. Es tradición que luego de cada crisis financiera se apliquen los correctivos y la RD no fue la excepción y dentro del programa con el FMI además de propender a buscar la estabilización macroeconómico se incluyeron reformas en el área fiscal y la bancaria.

En la actualidad están en aplicación todos los reglamentos de la Ley Monetaria y Financiera, destacándose un reglamento de adecuación patrimonial que fija en un mínimo de 10% los requerimientos de capital en función de los activos ponderados por riesgos, un reglamento para evaluar la calidad de los préstamos en función de la capacidad crediticia del deudor para los préstamos comerciales y el historial de pago si es hipotecario, personal o menor de 5 millones de pesos.

Los riesgos que afectan las entidades financieras requieren provisiones adicionales y ya está en aplicación el Reglamento sobre Riesgos de Mercado (tasa de interés y cambiario) así como el Reglamento de Liquidez, también está en aplicación la “Contabilidad Consolidada” y “Supervisión Consolidada”y se encuentra en fase de borrador el de“Concentración de Riesgos” para concluir con el expedientede las normas y reglamentaciones de aplicación de la Ley Monetaria, que por cierto deberá ser modificada el próximo año.

Luego de la crisis más grave en décadas, la presente administración está dando pasos firmes para consolidar un sistema financiero blindado a los choques externos e internos y una supervisión adecuada a los más estrictos estándares internacionales.

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