¿Crisis económica = conflictos en la pareja?

¿Crisis económica = conflictos en la pareja?

En la actualidad, República Dominicana también forma parte de la terrible situación mundial que hace frente a una grave crisis económica, arraigada en muchos casos, al alto índice de desempleo.

Dice un viejo refrán que “cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”. Y es que en lo que se refiere a relaciones afectivas, los problemas financieros son y serán siempre una de las principales razones de conflictos entre las parejas. La actual coyuntura económica que atraviesa nuestro país no sólo embriaga de pesimismo, ansiedad o depresión a los residentes por la falta de seguridad financiera, sino que también afecta directamente a las relaciones conyugales.

Como todo en la vida, cada persona afronta las difíciles situaciones de forma diferente. Por ejemplo, una persona joven y soltera necesita menos dinero para vivir. En cambio, cuando alguien tiene que mantener una familia entonces la presión económica aumenta no sólo por uno mismo sino también por el bienestar de todos.

Por lo cual, esta crisis económica no sólo desestabiliza a los mercados de valores, sino también a las relaciones afectivas. Y es por esto, que cada vez más parejas se disuelven ante una mala situación financiera, aunque otras, por el contrario, se vuelven más sólidas y fuertes que nunca, porque es en un momento de dificultad cuando el amor se pone verdaderamente a prueba. Es decir,  en un momento de bonanza económica es fácil mantener el equilibrio en el hogar, especialmente, en una sociedad que está basada en los valores de confort, consumo y abundancia. Sin embargo, en un momento de crisis económica es más difícil estar bien con la pareja puesto que uno mismo no se siente bien a nivel emocional, el desempleado está colérico como consecuencia de su fragilidad interna, además, la falta de empleo repercute generalmente en el nivel de autoestima.

Según estudios realizados, una mayor presión económica incrementa el riesgo de angustia emocional, lo que a su vez acrecienta el riesgo de conflictos en la pareja, que terminan por generar una dinámica negativa en el desarrollo de las relaciones íntimas.

En diversas investigaciones se ha destacado la asociación que existe entre  la calidad de la situación económica de la familia y la estabilidad conyugal. Disponer de trabajo estable promueve la estabilidad conyugal asegurando un flujo constante de ingresos, lo que disminuye la tensión sobre la pareja. Pero, por otro lado, las dificultades económicas llevan a la pareja a generar y desarrollar problemas que antes no estaban o si existían previamente apenas tenían relevancia.

Mi recomendación ante esta situación, es que no se debe permitir que estos problemas acaben con tu relación amorosa por falta de comunicación o aislamiento, ni debes permitir que las preocupaciones sobre el empleo y el dinero sean el centro de tu relación. Por tanto, el primer paso será reconocer el peligro que suponen los conflictos continuos y discusiones sobre asuntos financieros en tu vida amorosa y sexual. Protege parte del día que pasas con tu pareja de este tipo de conversaciones. Entiende los problemas económicos como un reto compartido, y no como un obstáculo individual. Esto permitirá una mejor adaptación a los cambios y juntos estarían en mejor posición para afrontarlos.

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