La crisis económica que afecta al país se siente más en los municipios, sobre todo en los pobres y carentes de fuentes de empleo, lo que lleva a la gente a asediar a los síndicos pidiéndoles un puesto de trabajo y dinero para costear gastos médicos y la alimentación de la familia.

El síndico de Las Salinas, en  Barahona, Luis Gómez, dijo que en su casa amanece una turba de gente y desde las 6:00 de la mañana empieza a atenderlas, aún en toalla y a la 1:30 de la tarde, en ocasiones, no ha podido terminar.

Expresó que la misma situación se presenta en su oficina en el Ayuntamiento, con personas que lo esperan para todo tipo de asistencia.

Gómez hizo el señalamiento durante la celebración del Foro sobre Competitividad y Gestión Estratégica Municipal, organizado por  Interior y Policía.

Al respecto, el síndico de Constanza,  Joaquín Gómez, expresó que los ayuntamientos se ven precisados a ir en auxilio de las personas que tienen casos de muerte y prestarles ambulancias.

Sostuvo que no pueden decirle que no a la gente pobre, en momentos en que se les acercan para pedirles que les ayuden a pagar una cirugía, comprar medicamentos o comida.

Mientras que el síndico de Cambita Garabitos, San Cristóbal, Luis Soto, se quejó de la escasa ayuda del gobienro que tienen los municipios  y de la poca divulgación de sus acciones en los medios de comunicación.

Precisó que ha hecho 105 obras y le ha proveido documento de identidad a 1,300 personas. “Estamos cansados de que se diga que los síndicos no sirven y que es solo para clientelismo”.