Ahora fue al revés, Donald Trump y los republicanos son los racistas
La historia no es más que un cuerpo de hechos que están en papeles que el historiador pone a hablar.
En las elecciones de 1877 hubo denuncias de fraude, los demócratas, que eran los racistas, no aceptaron la derrota en Luisiana, Carolina del Sur y Florida, ocupados por tropas de la Unión, aunque dos años antes había terminado la Guerra de Secesión. Los republicanos se quedaron con la Casa Blanca y retiraron las tropas de los Estados Sureños.
Ahora fue al revés, Trump y los republicanos son los racistas, sin pruebas hablan de fraude, el populismo del primero fue responsable del intento de golpe de Estado con el asalto al Capitolio. Horas antes los demócratas habían ganado las dos senadurías de Georgia, en parte por taller político de la activista Stacey Abrams, registró votos negros durante diez años. La realidad es que en el senado hay un empate, 50 republicanos y 50 demócratas, decide el voto de la Vicepresidenta Kamala Harris.
Los mercados reaccionaron, asimilaron que con los demócratas en el poder habrá más dinero. El rendimiento del bono a 10 años del Tesoro de Estados Unidos superó la barrera psicológica del 1%,estaba deprimido desde que comenzó la pandemia, los inversores preferían otros valores refugios. El dólar se debilito, el pasado miércoles el euro se cambió por US$1.23, nivel que no se alcanzaba desde abril de 2018. Y el petróleo West Texas Intermédiate, supero la barrera de los 50 dólares por barril, no ocurría desde febrero de 2020.
Cambios a los que debemos dar estrecho seguimiento por las posibles consecuencias. En la Ley de Presupuesto General del Estado de este año se proyecta emisión bruta de deuda por RD$291,528.5 millones, con aumento de la deuda neta por RD$145,065 millones.
Se debe continuar con la estrategia de reducir la rentabilidad de nuestra deuda pública, para ello los nuevos bonos deben venderse al tipo de interés igual o menor que la subasta de septiembre, cuando pagaron un rendimiento de 4.875%, el monto agregado de US$9,600 millones, con una cuota de cobertura (relación entre oferta y demanda) de 2.5 veces.
No obstante aumentar el rendimiento del bono estadounidense a diez años, por varias razones nuestros títulos están bien colocados en el radar de los inversores que tienen más aversión al riesgo, como se dice popularmente pintan bien.
Con intereses internacionales en mínimos históricos, ofrecemos 350 puntos básicos más de rentabilidad que la deuda estadounidense, lo que se conoce como “prima de riesgo”. El PIB, que cerró con una caída de alrededor de 6.8% en 2020, se espera rebote con un crecimiento en torno al 6% en 2021, permitiendo recuperar en el primer trimestre de 2022 una parte considerable de lo que perdió el año pasado, y volver al nivel alcanzado antes de la crisis sanitaria.
Con inflación controlada, la de 2020 ligeramente por encima del límite superior de la meta 4.0 % ± 1.0 %, y para este año se proyecta alrededor de ella. Nuestra moneda, en 2020 se depreció 10.13%, entre las menores pérdidas de la región, y para 2021 se proyecta continúe exhibiendo fortaleza, tiene respaldo de US$10,751.6 millones de Reservas Internacionales en el Banco Central, cifra récord en la historia de nuestra economía externa.