LIMA.  AFP.  La rebelión de indígenas de 65 etnias amazónicas de Perú, que ocupan varias instalaciones petroleras en la selva, cumplió una semana sin que asomen visos de solución tras fracasar una negociación con el gobierno que se niega a derogar una ley sobre desarrollo en la región.

 La protesta se agudizó el fin de semana cuando más de 3,000 nativos con los rostros pintados tomaron por asalto el puente que comunica el nororiente de Perú, en la región Amazonas, con la región norandina de Cajamarca, bloqueando la carretera y el paso de carros.

 El presidente Alan García llamó ayer a una sesión urgente del Consejo de ministros para evaluar el caso y disponer medidas tras fracasar el viernes un diálogo con el ministro del Ambiente Antonio Brack en Loreto.

 El malestar engloba a más de 12,000 nativos oriundos de varias regiones del país.