Crisis financiera llega a  industria y servicio

<P>Crisis financiera llega a  industria y servicio</P>

Los niveles de destrucción inmediata de riqueza y bienestar a consecuencia de los efectos producidos por la crisis financiera global “en vigencia”, han sido inducidos de manera similar a los sectores industriales y de servicios del mundo.

De hecho y como para validar la afirmación anterior, la publicación The Economist en su edicion del 21 pasado presenta la radiografía de la situación que denomina The Collapse of Manufacturing, sustentándola en observaciones actuales de resultados de negocios , las cuales se resumen de la manera siguiente.

• En Alemania las órdenes para maquinas/herramientas en diciembre de 2008 se redujeron en 40% frente a su nivel de diciembre de 2007.

• La mitad de los 9.000 exportadores de juguetes de China han cerrado sus operaciones.

• Los despachos de computadores portátiles de Taiwán se redujeron un tercio en enero pasado.

• El número de vehículos ensamblados en América en enero de 2009 fue 60% menos que en el mismo mes de 2008.

• La producción industrial cayó en los últimos tres meses el 3.6% en América y el 4.4% en Inglaterra, cifras que anualizadas equivalen respectivamente a 13.8% y 16.4%.

Igualmente, la producción industrial en el último trimestre cayó 6.8% en Alemania, 21.7% en Taiwán y 12% en Japón. Y está similarmente colapsando en Europa oriental, Brasil, Malasia y Turquía. “… la capacidad destructiva de la crisis financiera se evidenció el último año. La inmensidad de la crisis industrial continúa profundizándose, especialmente dado que se le mira en términos nacionales, muchas veces nacionalistas. En efecto, la industria también está envuelta en una tormenta global…”.

Así, es el sistema económico mundial integrado el centro del reacomodo requerido, el cual tiene que consolidarse para resolver las incertidumbres que circundan los flujos y los mercados financieros, reales y de capital humano en los plazos corto y mediano.

Ni las personas ni las organizaciones están en capacidad de adivinar el futuro. Pero sí es menester prepararse adecuadamente de cara a su devenir y es esto lo que la racionalidad general exige y recomienda en momentos como los actuales para poder capitalizar las oportunidades redefinidas y generadas por la crisis. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas