Crisis haitiana alarma derechos humanos

Crisis haitiana alarma derechos humanos

PUERTO PRINCIPE.- Una misión de organismos de derechos humanos en Haití expresó ayer, tras una visita a Saint-Marc, su honda preocupación por la situación en esa ciudad a raíz de la intervención de la Policía y grupos de seguidores del gobierno.

La misión, formada por miembros de la Coalición Nacional de Derechos Humanos (NCHR) y la Plataforma Haitiana de Organismos de Derechos Humanos (POHDH), describió como un «desastre» la situación en esa ciudad del norte de Haití.

La oposición controló Saint-Marc durante 48 horas el pasado fin de semana, pero la Policía se hizo de nuevo con ella el lunes, en una ofensiva en la que contaron con el apoyo de grupos armados de seguidores del presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide.

Los militantes de derechos humanos declararon ayer a la prensa que en su visita vieron ocho cadáveres y doce casas incendiadas.

«Este es un balance muy parcial porque no hemos podido visitar todos los lugares afectados por la intervención», subrayó Maxime Rony, miembro de la POHDH.

Los cuerpos de varias personas muertas por disparos se encontraban en distintos sectores de la ciudad y habían sido parcialmente devorados por los perros, precisó Rony.

Otros cadáveres, también con heridas de bala, se encontraban junto a los restos humeantes de lo que presumiblemente eran sus casas, agregó.

«Vimos huesos que ardían», dijo el militante de derechos humanos.

Subrayó que en algunos de los sectores donde se produjeron los enfrentamientos, el aire era tan irrespirable, debido al parecer a los incendios, que no fue posible investigar lo ocurrido en ellos.

Maxime Rony estimó que el asalto a Saint-Marc fue «una verdadera masacre».

La ciudad de Saint-Marc vive todavía «bajo un clima de tensión», dijo Viles Alizard, de la NCHR.

«El temor se ha instalado en la ciudad», controlada ahora por los seguidores del régimen con el apoyo de la Policía, añadió.

Los civiles armados participan en los controles a vehículos públicos y privados instalados en los accesos a la ciudad en busca de armas, explicó Alizard.

Estos grupos, continuó el defensor de los derechos humanos, están instalados en la comisaría principal y en otra situada en la entrada sur

a la ciudad, y a veces visten uniformes de la Policía.

[b]Cree manipulan información[/b]

El coordinador de la opositora Organización del Pueblo en Lucha (OPL), Gérard Pierre Charles, acusó ayer al Gobierno de Haití de manipular las informaciones sobre el asalto a una comisaría de la Policía en Saint-Marc (norte).

El opositor Grupo de Militantes Consecuentes de Saint-Marc (RAMICOS) asaltó e incendió el pasado fin de semana la comisaría de esta ciudad, que controló durante 48 horas.

La Policía, con ayuda de grupos armados de seguidores del presidente Jean Bertrand Aristide, retomó la ciudad el pasado lunes.

El coordinador de la OPL afirma que RAMICOS no es una organización militar y que la represión policial no respondía a la situación allí.

«El Gobierno aprovecha (su intervención en esa ciudad) para limpiarla (de opositores). Creo que es una reacción para limpiar políticamente a las ciudades activamente políticas», declaró Pierre Charles al ser entrevistado.

El veterano dirigente político haitiano, que estuvo exiliado durante las dictaduras de Francois y Jean Claude Duvalier, mencionó como ejemplo de esta manipulación la situación en Cabo Haitiano (norte) y Saint-Marc.

En estas ciudades, afirmó, los opositores al régimen de Aristide han sido asesinados o han tenido que huir de sus casas.

Pierre Charles estimó entre treinta o cuarenta las personas muertas durante el asalto el pasado lunes a Saint-Marc, aunque precisó que «no se sabe el número exacto».

[b]SAINT-MARC BAJO CONTROL ARISTIDE[/b]

«Ellos son los que deciden la vida o la muerte» en Saint-Marc, afirmó Alizard.

Los miembros de la misión que visitó Saint-Marc para constatar las violaciones a los derechos humanos en esa ciudad sostuvieron que «el Gobierno tiene plena responsabilidad» de lo ocurrido allí.

Condenaron el hecho de que la ciudad esté «entregada a civiles armados», que reemplazan a la Policía, «única institución responsable de la seguridad de los ciudadanos».

«El Gobierno dice que tiene el control de la ciudad, *esto quiere decir que reivindica el monopolio de este terror?», se preguntó el militante de la NCHR.

En una rueda de prensa convocada ayer para periodistas extranjeros, el primer ministro, Yvon Neptune, afirmó que el Gobierno mantiene el control de la situación en todas las regiones del país, tras el movimiento de insurrección iniciado el 5 de febrero pasado en Gonaives (centro-oeste).

Saint-Marc fue afectada por este movimiento cuando el Grupo de Militantes Consecuentes (RAMICOS) anunció que controlaba la ciudad el 7 de febrero. En esa fecha, la comisaría fue abandona por la Policía e incendiada por los rebeldes.

El 9 de febrero, la Policía, acompañada por civiles armados, intervino para retomar el control de la ciudad, que visitó después brevemente el primer ministro Neptune.

Los miembros de la misión de derechos humanos en Saint-Marc calificaron la situación en la ciudad de «catástrofe humanitaria», denunciaron la práctica desaparición de los servicios sanitarios y pidieron ayuda urgente para la población.

Ayer, viernes, una misión de urgencia de las Naciones Unidas destacó la necesidad de abrir un puente para llevar ayuda humanitaria a los pueblos del norte de Haití, escenario de los recientes enfrentamientos entre opositores y la Policía.

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