La sangrienta represión con la que el líder libio Muamar al Gadafi respondió a las protestas populares en contra de su régimen provocó ayer el mayor descenso registrado en Wall Street en lo que va de año, así como un nerviosismo que disparó el precio del petróleo hasta su nivel más alto en dos años y medio.    Por la mañana, el barril de West Texas Intermediate (designación del «light sweet crude» negociado en EEUU) para entrega en abril ganaba 4 centavos a 95,46 dólares.   El barril de Brent del mar del Norte para suministro también en abril subía 22 centavos a 106 dólares.

Nueva York. EFE. La sangrienta represión con la que el líder libio Muamar al Gadafi respondió a las protestas populares en contra de su régimen provocó ayer  el mayor descenso registrado en Wall Street en lo que va de año, así como un nerviosismo que disparó el precio del petróleo hasta su nivel más alto en dos años y medio.  

Después de que la semana pasada la extensión de las manifestaciones en el Magreb y Oriente Medio no parecieran influir decisivamente en el ánimo de los inversores, este martes la crisis libia fue determinante en el parqué neoyorquino desde primera hora de la mañana.   Los tres principales índices de los mercados neoyorquinos cerraron con fuertes descensos- El Dow Jones de Industriales cayó el 1,44% -su mayor descenso en lo que va de año-, el selectivo S&P 500 el 2,05% -su caída más pronunciada desde agosto de 2010- y el índice compuesto del mercado Nasdaq el 2,74%.   Ya que el lunes no se pudo conocer la reacción de la Bolsa de Nueva York ante la sangrienta represión de al Gadafi contra el pueblo libio, porque ese día los mercados permanecieron cerrados por la celebración en Estados Unidos del Día de los Presidentes, este martes los al menos 400 muertos y la crisis desatada en ese país pesaron sobre el parqué neoyorquino con fuerza.   Antes de comenzar la sesión en Wall Street el ascenso cercano al 8% con el que abrieron los contratos del petróleo de Texas daba ya señales de que el día estaría determinado por los acontecimientos en el país magrebí.  

Así fue, y desde el primer minuto de las contrataciones la Bolsa de Nueva York se tiñeron de rojo, algo que se mantuvo durante toda la jornada, en la que la crisis libia no hizo sino agravarse.  “Yo soy el líder de la revolución, cogeré mi fusil, permaneceré en Libia y derramaré hasta la última gota de mi sangre”, dijo  al Gadafi, dando señales de que no será fácil sacarlo del poder.   No solo el miedo a que la crisis continúe sino a que ésta actúe como efecto dominó en los principales países del Magreb y Oriente Medio, claves en la producción y distribución de crudo, levantaban todos los miedos que la semana pasada parecían haber estado dormidos. 

Así, la crisis del noveno productor de petróleo de los doce miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con 1,57 millones de barriles diarios, hizo que el crudo de Texas acabase el día con una subida del 8,54%, hasta los 93,57 dólares por barril, su nivel más alto desde octubre de 2008. Por su parte Home Depot se dejó el 1.01% a pesar de que ayer anunciase que ganó 3,338 millones de dólares en su último año fiscal.

Fidel y Ortega reaccionan

MANAGUA. AP. Dirigentes latinoamericanos reaccionaron el martes en torno a la crisis en Libia, entre ellos el mandatario nicaragüense Daniel Ortega quien dijo haber expresado telefónicamente su solidaridad a Moamar Gadafi, en tanto el líder cubano Fidel Castro advirtió que Estados Unidos podría promover una invasión a la nación árabe.   Desde Buenos Aires, el gobierno de la presidenta argentina Cristina Fernández abogó por “una pronta solución pacífica” en Libia.   “Hemos estado hablando por teléfono (con Gadafi)”, dijo en Managua el presidente Ortega en declaraciones difundidas por la emisora Nueva Radio Ya.   Ortega apuntó que las autoridades libias “están buscando como dialogar, pero defender la unidad de la nación, que no se vaya a desintegrar el país, que no vaya a darse una anarquía en el país”.   “Y yo le expresaba a Gadafi, líder de la revolución libia, lo que es elemental: en momentos difíciles se pone a prueba la lealtad”, agregó el mandatario.