Crisis política y económica

Crisis política y económica

Las crisis políticas generan soluciones en cualquier país del mundo; estas soluciones pueden ser locales o internas, pero además pueden ser externas.

Los Estados Unidos apoyaron a Trujillo hasta que la crisis económica ocasionada por los gastos de la Feria de la Paz y la caída de un gobierno súper corrupto en Cuba sustituida por una fuerza política emergente aceleró los planes de EU para sustituirlo.

La crisis económica actual que hasta ahora han maquillado los primos Valdez Albizu y Bengoa Albizu del PLD, está a punto de hacerse presente.

La economía tiene la cabeza dura y siempre sube por más que usted quiera mantenerla escondida.

El déficit presupuestario, equilibrado a base de préstamos en moneda extranjera, tiene un límite, pregúntele a Grecia, España, Portugal, Hungría; la crisis política también tiene un límite.

La agresión gubernamental a los medios de comunicación, emisoras de TV cerradas, amenazas a periodistas y a empresarios que se anuncian en esos programas, tiene su precio.

El caso de la JCE en Pedernales, la convierte en un instrumento que hace de las elecciones libres en este país, cosa  del pasado.

 La instalación del narcotráfico y la corrupción a los más altos niveles del gobierno, según  afirma el Senador del PLD por Peravia, son  más que suficientes.

 Leonel Fernández y el PLD no son indispensables a los Estados Unidos.

 Ellos son el principal problema para USA en este país, que  junto con la tragedia haitiana constituyen una bomba de corto  tiempo de carácter político y económico-social.

La solución visible de esta crisis, debe ser la formación de un Frente Democrático de todas las fuerzas políticas que rechazan la corrupción, el narcotráfico enquistado en áreas gubernamentales, la  represión a la libertad de expresión y el cierre de las puertas a las elecciones libres por una JCE arrodillada a los dictados del gran  ‘demócrata’, jefe del gobierno dominicano.

Si queremos preservar la paz y la tranquilidad económica y social del país detengamos, el  vehículo de la corrupción y del irrespeto a los derechos de una prensa libre sin amenazas de parte de altos funcionarios de la nación con gran respaldo desde arriba según se percibe.

 Que se respeten las decisiones de los tribunales  contra el cierre de las emisoras de TV. Exijamos una JCE de pie, no arrodillados.

Es la hora de Juan Pablo Duarte en el nombre de Dios, Patria y Libertad.      

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