Crisis por problemas renales

Crisis por problemas renales

Cualquier anormalidad que provoque una obstrucción del flujo de orina (piedras en el riñón, estructuras anómalas…) puede inducir a una infección urinaria.

Una próstata dilatada también puede frenar el flujo de orina, por lo que incrementa el riesgo de infección.

Las personas sometidas a exámenes mediante tubos o catéteres o que necesitan sondas pueden desarrollar más fácilmente infecciones procedentes de dichos instrumentos.

Los mayores se ven afectados por este tipo de infecciones con mayor frecuencia, así como las que sufren una disminución del sistema nervioso, que les impide controlar la vejiga a voluntad.

Por otra parte, cualquier desorden que produzca una supresión en el sistema inmune incrementa el riesgo de sufrir una infección urinaria, ya que este sistema es el encargado de mantener a raya los microorganismos patógenos responsables de las infecciones.

También se dan en bebés nacidos con alguna deformación del tracto urinario, que a menudo han de ser corregidos mediante cirugía.

La causa más frecuente en los varones, de infecciones a repetición, es una infección bacteriana persistente en la próstata.

Las mujeres contraen con frecuencia infecciones de la vejiga después de una relación sexual, probablemente porque la uretra ha sufrido contusiones durante la misma.

En casos muy particulares, las infecciones repetidas de la vejiga en las mujeres son originadas por una conexión anómala entre ésta y la vagina.

Síntomas.  Necesidad urgente y frecuente de orinar , picazón o quemazón en la uretra al orinar; enrojecimiento de la vulva y picor vaginal (en las mujeres); dolor al orinar y en las relaciones sexuales; color turbio, lechoso (espeso) o anormal de la orina; aparición de sangre en la orina; fiebre y escalofríos (la fiebre puede significar que la infección ha alcanzado los riñones); vómitos y náuseas; dolor en el costado o espalda (indica infección en los riñones).

A menudo, las mujeres sienten una ligera presión por encima del hueso púbico y muchos hombres sienten una dilatación del recto; estar más irritable de lo normal.

Los síntomas infantiles, por su parte, pueden confundirse con otros trastornos;

Además, se encuentran ante la dificultad de no saber expresar qué les pasa. No obstante, si un niño presenta una infección urinaria puede manifestar los siguientes indicios:

– Estar más irritable de lo normal.

– No comer como lo hace normalmente.

– Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.

– No poder aguantarse la orina.

– Sufrir alteraciones en su desarrollo.

– Estar más irritable de lo normal.

No comer como lo hace normalmente.

Tener fiebre sin motivo aparente que además no acaba de desaparecer.

No poder aguantarse la orina.

Sufrir alteraciones en su desarrollo.

Es importante que consultes un urólogo de inmediato si se presentan algunos de estos síntomas.

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