El alcalde municipal de Dajabón, Santiago Riverón, aseguró la tarde de este viernes que los productores y las autoridades municipales de dicha demarcación fronteriza apoyan la decisión del presidente Luis Abinader de cerrar el paso terrestre, aéreo y marítimo con Haití, pero hizo un llamado para que el Gobierno no se olvide de los comerciantes.
«Nosotros estamos apoyando al presidente, pero que también nos apoyen a nosotros», solicitó el alcalde, quien informó al periódico Hoy que hasta el momento el ambiente se mantiene calmado en los predios del río Masacre, limítrofe con Haití. Sin embargo, pequeños empresarios fronterizos llevan la carga pesada ante la pausa comercial que ha generado el impasse entre ambas naciones.
Riverón añadió que, por razones humanitarias y como es costumbre, se abrió «la puerta pequeña» de la frontera para que los haitianos indocumentados regresen a su país, y los dominicanos que están del otro lado vuelvan a la República Dominicana.
Un duro golpe a la economía dominicana
El intercambio comercial entre la República Dominicana y Haití, históricamente, ha sido uno de los más importantes si se compara con otros países de la región. Un ejemplo es que, hacia la vecina nación, en el caso de las exportaciones, representaron 206.81 millones de dólares hasta el año 2020, de acuerdo a datos de la Dirección General de Aduanas. A finales del 2021, el aumento fue US$184.9 millones, manteniéndose ese país en tercer luga,r luego de Estados Unidos y la India como los principales destinos de productos dominicanos.
Basado en ese contexto, expertos en la materia consideran que la decisión de la República Dominicana de cerrar su frontera terrestre, aérea y marítima con Haití, respectivamente, desde este viernes a las 6:00 de la mañana, podría representar un búmeran que afecte económicamente a este lado de la isla. En la actualidad, el comercio que se cruza entre ambas naciones representa unos 880 millones de dólares, una cifra que disminuyó, a diferencia de hace unos 10 años, debido a las características políticas, social, de inseguridad y económica que viven los haitianos.
«Evidentemente, la República Dominicana tiene un intercambio favorables, porque nosotros exportamos hacia Haití casi 800 millones de dólares, y sólo importamos alrededor de 32 millones de dólares. Eso quiere decir que Haití es de los pocos países con el que tenemos una balanza comercial positiva. Eso tiene un impacto: los grandes cuatro bloques de comercio, Dajabón, Elías Piña, Jimaní y Pedernales, además del comercio transfronterizo informal. El Gobierno tendrá que subsidiar a muchos productores, también. Solamente el sector avícola, los huevos, los pollos, basicamente Haití lo compra desde aquí, y ahí hay un negocio involicrado», explicó el decano de la Facultad Ciencias Económicas y Sociales FCES de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco.
Este viernes a las 6:00 de la mañana se efectuó el cierre de la frontera con Haití, luego de dos días de las conversaciones entre ambos gobiernos para buscar soluciones a la crisis surgida por la construcción de un canal de riego en el limítrofe río Masacre.
El lunes pasado, el Consejo Nacional dominicano de Seguridad acordó otras medidas como la suspensión definitiva de entrada de “todos los involucrados en el conflicto”, la paralización de la emisión de visados a ciudadanos haitianos hasta nuevo aviso, la reactivación de un canal que no funciona desde 2007-2008 para garantizar el suministro de agua a productores y agricultores dominicanos y el inicio del proceso de construcción de una presa como salida a largo plazo.