Crisis reduce comercio de las obras de arte

Crisis reduce comercio de las obras de arte

POR SORANGE BATISTA
El adquirir cuadros y esculturas en períodos de crisis se mantuvo por años como una alternativa para invertir en bienes que no se devaluaran. Sin embargo, en la actualidad, la situación económica ha llevado a muchas galerías de arte a eliminar por completo las exposiciones regulares y a numerosos artistas plásticos a recurrir a vendedores informales.

Durante la crisis económica del pasado año, cuando el dólar subió hasta RD$56, la adquisición de obras de arte cobró auge; grandes empresas y coleccionistas optaron por comprar cuadros y esculturas, se hizo rentable la comercialización y, por tanto, la producción por parte de los artistas plásticos.

Empero, para sorpresa de esos mismos negocios, hoy, con una tasa de cambio entre RD$28 y RD$30 por dólar, la situación ha sido contraria en términos de ventas, de acuerdo a galerías de arte consultadas. Estas atribuyen las bajas ventas a la falta de circulante, en unos casos, y en otros, al alto costo de algunas pinturas cuyos autores las mantienen a precios no acordes con la cotización actual de la moneda estadounidense.

«El artista dominicano está muy sobrevaluado. Cuando el dólar subió a RD$50 los artistas subieron los precios al doble, pero cuando bajó el dólar a $28 dejaron los precios igual, entonces lo que costaba antes 2 mil dólares ahora cuesta 4 mil», dijo el representante de una de las principales galerías.

Mientras, en otra, mantienen la percepción de que «las ventas de obras de arte han caído porque la obra de arte no es una necesidad entonces hay gente que va dejando las cosas menos necesarias en crisis. Esta institución como es sólida, mantenemos, más o menos, la clientela pero no es suficiente.»

El artista vende a un menor precio a las galerías porque éstas tienen la carga de los impuestos, exposiciones y los gastos que conlleva tener cualquier negocio como empleados, local, energía eléctrica, impuestos y demás.

Cuando un artista vende pinturas en su taller estas pueden tener un precio muy por debajo con relación al adquirido al ser exhibida en una galería. Esta práctica no es muy rentable, hasta cierto punto, porque el ingreso es menor para el autor.

«ART DEALERS»

Los llamados «art dealers» constituyen una clase que, dentro del mundo de las artes plásticas, se ha fortalecido con la misma intensidad que la crisis ha golpeado a los centros de venta de obras.

Su trabajo consiste en comprar pinturas en los talleres y comercializarlas de manera particular, ellos no pagan locales ni impuestos, se trasladan a las casas de los clientes y allí mismo hacen negocios.

Y es que existe un aumento de precio automático cuando la venta de la pintura llega a las galerías, según explicó el critico de arte Amable López: «cuando la venta se hace a través del artista-galería de arte-cliente, la obra aumenta entre 35 y 50%; ellas se ganan el 50% en la venta. El Art dealer le paga al artista a precio de taller o si no le hace un contrato o lo representa y él va pagando una cantidad cada cierto tiempo y maneja la obra, eso está sucediendo en la actualidad».

Según López, en medio de esta crisis la informalidad en la comercialización se ha agudizado. «El arte no se ha dejado de vender, los artistas dominicanos han estado produciendo a la baja, en vez de ser lo contrario, han estado produciendo porque tienen que vender para seguir produciendo».

Según López, el fenómeno de las bajas ventas en las pinturas en medio de la falta de circulante por la que atraviesa el país, no quiere decir que no se está consumiendo arte porque no es menos cierto que ha aumentado el consumo de «imágenes».

En la actualidad hay una gran producción de imágenes, de «arte» (entre comillas) que no es arte propiamente, según considera López «si usted se acerca a la zona colonial hay una proliferación de unos cuadros que son abstractos. El asunto es que no se sabe si eso es haitiano o dominicano.»

Por otro lado, está la proliferación del paisajismo, de los flamboyanes, de montaña, marino, las morenas, «muchas copias de influencias de artistas. Entonces la proliferación de las imágenes se ha acentuado y eso se ve en la proliferación de negocios de enmarcados, de tiendas de artesanía y bisutería. En los pasillos de los centros comerciales», dijo.

Con relación a la percepción de vender más o no en períodos de crisis económica López opina que, más bien, esa es una práctica que se tiene en sociedades que se pueden definir como artísticamente educadas, aunque no descarta que algunos coleccionistas criollos incurran en ellas.

Resaltó la venta de una obra sobre papel de Andy Warhold en 12.6 millones de dólares, durante una subasta en Nueva York, «entonces ahí si se puede decir que esa percepción es válida, que es real porque el arte es un objeto de comercio y también es imagen, tiene más valor que el diamante, gana más valor», recalcó.

Aunque señaló que en el país todavía eso no se puede aplicar, porque todavía la sociedad dominicana no entiende que el arte tenga un valor financiero en ese sentido, son muy pocos los coleccionistas, los inversionistas, empresarios que entienden que el arte es un buen medio de inversión, agregó.

COMPETENCIA CON PINTORES LATINOAMETICANOS

Contrario a lo afirmado por el representante de una galería importante del país, López entiende que es «completamente falsa» la visión de que el arte dominicano esté en competencia con el latinoamericano.

Dijo que el arte dominicano tiene un precio muy por debajo en relación con el volumen, con el tamaño de la economía dominicana.

«Tenemos un país con 10 millones de habitantes (con los extranjeros que viven aquí) y el precio promedio de una obra de un formato regular, de un artista dominicano es de US$2,500 – US$3,000, precio promedio, estamos hablando de artistas reconocidos, no de jóvenes».

Aclaró que pueden haber muchas nebulosas en el mercado, como artistas jóvenes que de repente tienen inversionistas que los lanzan, que los apoyan, art dealers independientes y eso establece un precio.

MERCADO INTERNACIONAL

A consecuencia de la baja rentabilidad en el negocio de las pinturas, muchos artistas han tenido que recurrir al mercado internacional para colocar sus obras, ya sea mediante «art dealers» o viajando ellos mismos.

Se ha hablado de un mercado importante en Miami, pero en la actualidad solo una galería de arte, como tal, está realizando promoción internacional. Se ha dicho que pintores como Dionisio Blanco, Guillo Pérez y Alberto Ulloa se están insertando en ese mercado.

PINTURAS HAITIANAS

No se puede hablar de arte en República Dominicana, dejando de lado la comercialización del arte haitiano, uno de los favoritos por los turistas que frecuentan la isla.

Aunque su venta fue prohibida en los alrededores de la playa de Boca Chica hace poco menos de un mes, las pinturas haitianas constituyen un mercado más dirigido al turista o comprador ambulante. Para apreciarlo bastaría visitar el malecón o las calles próximas a algunas zonas turísticas.

Por las características del mercado, este tipo de pintura tiene un precio más bajo que la pintura dominicana, como tal.

PINTURAS EN INTERNET

Diferentes sitios de Internet ya comercializan pinturas dominicanas con facilidades de envío a cualquier parte del mundo y con la posibilidad de escoger temas, estilo y hasta el enmarcado del cuadro.

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