Crisis revela antipatía Chávez-Uribe

<P>Crisis revela antipatía Chávez-Uribe</P>

BOGOTA,  (AFP) – La exclusión del presidente venezolano, Hugo Chávez, como mediador para liberar a rehenes de la guerrilla de las FARC terminó por destapar las antipatías que éste y su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, habían logrado ocultar durante mucho tiempo por conveniencia.

 Uribe, principal aliado de Estados Unidos en la región, y Chávez, enemigo declarado del presidente George W. Bush, mantenían a raya ese antagonismo privilegiando aspectos como el comercio bilateral, que este año cerrará con una cifra récord de 6.000 millones de dólares.  Incluso concretaron la construcción de un gasoducto binacional que podría extenderse a Ecuador y Centroamérica, y en los últimos meses exhibieron una aparente camaradería.

 No obstante ello, las relaciones vivieron una grave crisis en enero de 2005 por la captura en Caracas del guerrillero de las FARC Rodrigo Granda, a manos de agentes venezolanos pagados por la inteligencia colombiana.

 Chávez suspendió entonces los vínculos comerciales y la construcción del gasoducto, pero los mandatarios evitaron las agresiones personales como en cambio ocurrió el fin de semana, cuando el venezolano «congeló» las relaciones enfadado por la manera abrupta como Uribe lo sacó del caso de los rehenes.

 El gobernante venezolano llamó «mentiroso» a su par colombiano y lo acusó de «traición» y de estar sometido a los designios de Washington y los militares, a lo que Uribe respondió sindicándolo de querer instaurar en Colombia un gobierno de las FARC y de «legitimar» el terrorismo.  Chávez agregó, en su descarga más fuerte, que «Colombia merece otro presidente, uno que sea digno», mientras que Uribe lo señaló de «incendiar» el continente y de liderar un «proyecto imperialista» basado en la riqueza petrolera de Venezuela.

 Uribe aseguró igualmente que Chávez utiliza la polémica con él en favor del referendo del 2 de diciembre sobre una reforma constitucional que instauraría la reelección indefinida, la cual criticó como una «burla a la ley».  «Al fin dejaron ver qué era lo que pensaba el uno del otro», señaló Ramiro Bejarano, columnista y catedrático de la Universidad Externado de Colombia .  «Antes se odiaban pero en silencio, como suele ocurrir en el mundo de la diplomacia; ahora se odian y en público, y eso es terrible para la política que es el arte de conciliar los odios y las discrepancias», agregó el analista.    Bejarano subrayó que era «evidente que Uribe y Chávez no tenían simpatías mutuas», aun cuando su personalidad es igual.

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