Crisis Venezuela y Haití bajo mirada Congreso EU

Crisis Venezuela y Haití bajo mirada Congreso EU

WASHINGTON (EFE).- Las crisis políticas que atraviesan Venezuela y Haití centraron ayer la atención del Congreso y el Gobierno de Estados Unidos, que reiteró su compromiso con el proceso democrático en el continente americano.

En una audiencia ante el Congreso y, paralelamente, durante una rueda de prensa, altos cargos del Gobierno insistieron hoy en negar que EEUU haya secuestrado al ex presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide y recalcaron que dimitió de forma voluntaria.

Durante una audiencia ante un subcomité de la Cámara de Representantes sobre el presupuesto del año fiscal 2005, el secretario de Estado, Colin Powell, rechazó la sugerencia de la legisladora demócrata Carolyn Kilpatrick de que EEUU hace «cambios de regímenes» cuando surgen desacuerdos con otras naciones.

Powell reiteró hoy la «decepción» de Washington por la gestión de Aristide desde que fue restablecido en el poder en 1994.

«No fue secuestrado ni atado ni nada parecido. Yo ayudé a que el presidente Aristide regresase a su puesto de responsabilidad en 1994… pero en los siguientes diez años demostró ser un líder bastante decepcionante», dijo Powell.

El jefe de la diplomacia estadounidense se refirió en concreto al viaje que realizó ese año a Haití con el ex presidente Jimmy Carter y el senador Sam Nunn para gestionar una solución democrática a la crisis de entonces.

Repitiendo la posición de Washington durante el caos político que condujo a la salida del poder de Aristide el pasado 29 de febrero, Powell afirmó que EEUU esperaba un gobierno democrático y no uno que crease condiciones que engendraran la corrupción.

Powell reconoció que EEUU, junto a otros organismos regionales, inicialmente apoyó al Gobierno de Aristide en la búsqueda de una solución diplomática pero agregó que «la situación se deterioró tanto y veíamos el inicio de una anarquía en el país».

«Este presidente elegido democráticamente ya no gobernaba de forma democrática, ya no utilizaba su posición para efectuar cambios positivos», dijo Powell.

Siguiendo ese mismo guión, el subsecretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos, Peter DeShazo, dijo que Aristide es el único responsable de lo sucedido y que EEUU jamás lo abandonó, como aseguran algunos miembros de la oposición demócrata.

Algunos críticos de la región, ya sensible al presunto abandono de Estados Unidos, consideran que el Gobierno del presidente George W. Bush debió ayudar a que Aristide concluyese su gestión.

Pero DeShazo señaló que EEUU proporcionó al Gobierno de Puerto Príncipe más de 850 millones de dólares entre 1995 y 2003 e impulsó las negociaciones dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), en agosto de 2002, para normalizar las relaciones con las Instituciones Financieras Internacionales.

«Estados Unidos ha sido, y me imagino que va a seguir siendo, el primer donante de asistencia a los haitianos», enfatizó.

DeShazo evadió hacer comentarios sobre la insistencia de Aristide de que fue secuestrado y tampoco confirmó informes de que Panamá y Costa Rica habrían ofrecido recibir al líder haitiano.

La decisión de trasladar a Aristide a la República Centroafricana se realizó, literalmente, cuando éste ya había abordado el avión, según DeShazo.

DeShazo tampoco ofreció novedades sobre la posición de EEUU respecto a la crisis venezolana y reiteró su llamado para que el presidente venezolano, Hugo Chávez, como gobernante de un país democrático, respete «la libertad de expresión y los derechos de los medios de comunicación».

Agregó que la presencia de la OEA y del Centro Carter en Venezuela «han sido positivas y seguimos apoyándolas».

DeShazo evitó preguntas sobre otros problemas hemisféricos, pero ante la insistencia de los periodistas aseguró que el Gobierno de Bush apoya la democracia en Colombia y continuará trabajando con la OEA en diversos asuntos regionales.

Añadió, como prueba de ese compromiso regional, que Washington continuará trabajando para que el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se haga realidad, comenzando por los tratados comerciales que impulsa con varios países de la región.

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