Para acercarnos un poco a nuestra desgraciada historia desde su fundación (1844) como nación “libre e independiente de toda dominación” que apenas ha podido sobrevivir viendo pasar una dictadura cruel tras otra, nos ubicamos en los años 50 del pasado siglo, donde pueblos de países hermanos, hartos también de dictaduras antidemocráticas, despóticas, mantenidas por el “Coloso del Norte”, acorde a su doctrina imperialista: “América para los Americanos”, inspirados por líderes nacionalistas, y la fe de sus pueblos creyentes en la libertad y la soberanía de su patria decidieron ponerle fin a esa cadena dictatorial, corrupta y criminal.
Así fueron cayendo en 1954, la dictadura de Getulio Vargas, Brasil; al año siguiente, las de Juan Domingo Perón, Argentina, y Paul Magloire, Haití; en 1956, las del General Manuel Odria, Perú, y siguiendo el ritmo contagioso la de Gustavo Rojas Pinilla, Colombia. Dos años después, 1958, la del Marcos Pérez Jiménez, Venezuela y en 1959, la dictadura de Fulgencio Batista, Cuba que, al igual que Perón y PérezJiménez vino a refugiarse en la acolchada hospitalidad del generalísimo Dr. Rafael Leónidas Trujillo Molina, que lo desplumó por cobarde, siendo este ajusticiado finalmente por los Héroes del 30 de mayo, (1961) que nos librara de la más sangrienta y cruel tiranía, luego de la llama incendiaria: el arribo y exterminio de los expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, quienes alentados por el triunfo épico de la Revolución Cubana (1959) y del comandante Fidel Castro, decidieron dar sus vidas e inmolarse para rescatar de toda ignominia a su pueblo.
Alumbrados por ese acontecimiento histórico, brotan nuevos gobernantes y gobiernos nacionalistas, democráticos y progresistas respaldados por su pueblo que pronto son avasallados, víctimas del imperialismo unido a la ultraderecha oligárquica, aterrados ambos ante ese nuevo despertar levantando su mano de hierro: El Golpe de Estado, contra Bosch (1962); contra Joal Goulart, Brasil, (1964); intervención militar en R.D. (1965) en complicidad con la OEA. En resumen del 1962 a la fecha, más de 16 golpes de Estado y asonadas militares han escenificado los Estados Unidos, agitando y conspirando con la extrema derecha reaccionaria, desinformando los medios “informativos” y aplicando medidas desestabilizadoras, económicas y políticas contra el pueblo y gobernantes progresistas: Correa, en Ecuador; Chávez, en Venezuela; Lula, en Brasil, Evo, en Bolivia suplantados los dos últimos por Bolsonaro, Brasil y Jeannine Añez Chávez, Bolivia, extraídos de las cavernas, sin olvidar loshorrendos crímenes de Pinochet, en Chile, de Videla, Onganía, Illia en Argentina, que no han podido lavar, por su vesania, tanta sangre inocente derramada.
El pueblo dominicano es eminentemente pacífico y tolerante. No menos que otros tantos pueblos hermanos que se rebelan, heridos en su dignidad. Cercanas las elecciones generales, la JCE, desprestigiada por su desastroso desempeño en las primarias, aspira la asignación de nueve mil millones más del erario público. Si contrario al sentir y la voluntad expresada por un pueblodecidido por el cambio consciente de sus derechos por una vida mejor la JCE no actúa en consecuencia, con responsabilidad y trasparencia, por salvaguardar otros intereses, nadie sabe qué nos depara el destino.