Crisis y lucha contra el Sida

Crisis y lucha contra el Sida

La crisis financiera que afecta a Estados Unidos y Europa amenaza las fuentes de recursos de las que se sostienen, a nivel mundial, múltiples programas de asistencia social.

Esta circunstancia obligará a países con posibilidades económicas a asumir la responsabilidad de cubrir mayores proporciones que las actuales para el sostenimiento de programas que son esenciales para prevenir y controlar enfermedades como el VIH/Sida.

En nuestro país, el Ministerio de Salud Pública y otros organismos afines deben estar preparados para garantizar que los pacientes de Sida continúen recibiendo la asistencia y los retrovirales que permiten controlar sus padecimientos.

De la misma manera, es necesario que estén en condiciones de proveer lo necesario para sostener los programas de prevención de esta enfermedad.

La lucha contra el Sida se nutre aquí de recursos donados por el Fondo Mundial que, a su vez, se alimenta de recursos donados  por naciones ricas como Estados Unidos y las que componen la Unión Europea.

El recorte de fondos debido a la crisis financiera, ha obligado al Fondo Mundial a modificar sus programas de asistencia a países como el nuestro. Es hora de asumir la responsabilidad de sostener la lucha anti Sida con más esfuerzo propio.

Crisis financiera y libertades

Las democracias deben ponderar muy seriamente la amenaza que representa la crisis financiera para la vigencia de las  libertades públicas, entre éstas la de expresión y difusión del pensamiento.

Esa crisis amenaza con disminuir la capacidad financiera que permite a  organismos como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sustentar programas dirigidos a apuntalar y defender el ejercicio de la libertad de expresión como uno de los pilares de la democracia.

La misión de la SIP que visita el país ha dado el alerta acerca del hecho de que  en los próximos dos o tres años, debido a la pérdida de sustentación financiera, los programas de vigilancia y fortalecimiento de   la libertad de prensa, de empresa y de la democracia, puedan verse afectados.

Debemos estar preparados para contrarrestar esa amenaza.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas