El portugués Cristiano Ronaldo agrandó aun más su leyenda tras marcar este lunes ante Ucrania el gol número 700 en su carrera profesional, en la que ha pasado por los clubes Sporting, Manchester United, Real Madrid y Juventus.
El esperado tanto lo anotó de penalti en el minuto 72 durante el partido en Kiev de la fase de clasificación para la Eurocopa 2020.
Un nuevo récord que supone su gol número 95 con el combinado de las “quinas”, al que hay que sumarle otros muchos logros, como el Puskas en 2009 o sus cuatro Botas de Oro.
En dos partidos de Liga anotó cinco goles y con el de hoy su próximo objetivo será el de superar el récord del iraní Ali Daei, que marcó 109 goles en 149 partidos. Con 34 años, Ronaldo tiene en el horizonte el sorprendente récord del iraní Ali Daei, que jugó hasta los 38 años y fijó la máxima anotación de un jugador con el combinado de su país en 109 tantos.
Tras su paso por el Sporting de Portugal y llegar a la capital lisboeta siendo un adolescente procedente de Madeira, Ronaldo marcó con el primer equipo, antes de fichar por el Manchester United, un total de cinco goles.
Con el club inglés anotó 115 goles con una media de 0,40 tantos por partido. Ya en el Real Madrid, Ronaldo marcó 450 goles en 438 partidos, por lo que tuvo una media de 1,03.
Con el Juventus de Turín ha anotado 32 dianas (0,62) y con la selección lusa lleva una media de 0,59 goles por partido.
El año 2008 fue un nuevo punto de inflexión para el estrellato futbolístico del de Funchal, ya que se proclamó vencedor de la Liga de Campeones. Ese año, a nivel individual, fue Bota de Oro con 34 goles en la Premier, a los que hay que sumar los 8 tantos que anotó en Champions, el primero de ellos contra el equipo de su corazón, el Sporting de Portugal.
En 2008 también fue distinguido con el Balón de Oro, galardón que años más tarde ganaría con el Real Madrid en 2013, 2014, 2016 y 2017. La temporada de 2007-2008 la cerró con el premio The Best, que cada año otorga la FIFA.
Su capacidad decisiva y goleadora quedó plasmada de nuevo en tierras portuguesas, cuando en el Estadio do Dragao metió al Manchester en las semifinales de la Liga de Campeones de 2009 con un soberbio trallazo que desequilibró la contienda a favor de los ingleses.
Su gol fue Premio Puskas (mejor gol de la temporada en Champions), aunque, a la postre, perderían en la final de la Liga de Campeones contra el Barcelona en el Olímpico de Roma. Ese verano llegó al Real Madrid para agrandar su leyenda, ya que en el club blanco logró anotar 451 goles en nueve temporadas.