La frase paulina: “Examínenlo todo, quédense con lo bueno”, es muy propicia en este proceso electoral que pronto culmina. Nuestro pueblo dominicano debe discernir y actuar responsablemente en las elecciones que determinarán el curso de nuestra historia.

La República Dominicana está pasando por uno de sus momentos más difíciles: una crisis económica que ha generado desaliento y desesperanza en los ciudadanos.

Por eso es importante aquella máxima: “Ver, juzgar y actuar”.

Este no es un espacio político, por tanto es irrelevante cual sea mi posición particular. Lo que sí es importante es que recordemos que los cristianos no podemos obviar nuestra responsabilidad de ir con conciencia a las urnas el 16 de mayo.

Es una tentación la apatía que pretende apoderarse en muchos dominicanos, como en otros años electorales ha sucedido. No podemos darnos ese lujo de quedarnos dormidos ese día.

Faltaremos gravemente.

La patria es de todos y todos es un vocablo que reúne a cada uno de nosotros. Peor aún, son aquellos que se dedican a la compraventa de votos, en manipular a los más pobres aprovechándose de sus grandes carencias ofreciéndoles a cambio de su voto cubrir una necesidad inmediata, efímera y caduca.

Pecan tanto los que ofrecen, como los que aceptan el soborno. Es una falta contra la dignidad humana. Por tanto, pidamos a Dios el discernimiento de elegir el mejor y vayamos a las urnas.

Colaboremos a que el proceso transcurra en orden, respeto y armonía. Que los más responsables de este proceso, sobretodo los que trabajan en la JCE y los colaboradores de la Sociedad Civil están conscientes de su rol y hagan lo que tengan que hacer para que las elecciones discurran limpiamente y den el veredicto popular.

Que en estos escasos días previos a las elecciones, rechacemos las ofensas, la violencia y la mentira. Estudiemos a los candidatos presidenciales, sus propuestas de gobierno y sus niveles de coherencia. ¡Que gane el mejor! ¡Dios, Patria y Libertad!

leonor.asilis@verizon.net.do