BUENOS AIRES. AP. La presidenta Cristina Fernández rompió 42 días de silencio público ayer con críticas hacia quienes cuestionaron su prolongada ausencia de la escena política y pusieron en duda su capacidad de mando justo cuando el rumbo del modelo económico se ha puesto en jaque por una inflación sin freno y la caída de las reservas internacionales.

Fernández, de 60 años, confirmó además que participará el 28 y 29 de enero en Cuba de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en medio de rumores que mencionaban una posible cancelación del viaje. Lanzó en Casa de Gobierno el programa social PROGRESAR, destinado a jóvenes de 18 a 24 años que no estudian ni trabajan, en un discurso que fue emitido por cadena nacional.

La última vez que Fernández habló públicamente fue el 10 de diciembre durante la conmemoración del 30 aniversario del regreso de la democracia, un largo silencio que no tenía antecedentes en seis años de gobierno con una fuerte impronta muy personalista. “Mañana (por jueves) espero que nadie critique la cadena nacional, porque después de tanta demanda de presencia”, ironizó la presidenta.