BUENOS AIRES.AP. Buenos Aires quedó dividida ayer entre dos multitudinarios actos antagónicos con los que el gobierno y los productores rurales, enfrentados desde hace más de cuatro meses, buscaron sumar presión al Senado, que el miércoles definirá si convierte en ley un controversial sistema de sistema de gravámenes a la exportación de granos. 

El agro se concentró en el barrio de Palermo mientras que a sólo cuatro kilómetros de allí, frente al Congreso, el ex presidente y actual jefe del Partido Justicialista (peronista) Néstor Kirchner encabezó una manifestación en apoyo al gobierno de su esposa Cristina Fernández.  Aunque no se dieron cifras oficiales sobre la cantidad de asistentes a ambos actos, según medios locales la movilización del campo reunió a 225.000 personas y la del oficialismo a unas 95.000.  Por primera vez desde que estalló la disputa, cuando el gobierno anunció el nuevo esquema de gravámenes, los productores trasladaron su reclamo a la capital, donde recibieron el respaldo de sectores medios que realizaron varios “cacerolazos”.  “Solicitamos a los señores senadores que voten a conciencia… La Argentina tiene una oportunidad histórica”, dijo Luciano Miguens, presidente de la Sociedad Rural Argentina. “Mañana  en el Senado hay la oportunidad de enderezar las cosas. Hay gente que quiere votar por el pueblo y está siendo apretada por el gobierno. Desde acá sepan que vamos a darles nuestro apoyo”, agregó Mario Llambías.